15 de septiembre de 2012

“Así vamos luchando cuando la migración toca nuestra casa”…





La experiencia de la migración toca y trastoca la vida de una gran parte de la población. De manera voluntaria, pero mayoritariamente forzada, miles de personas dejan sus hogares para buscar mejores condiciones de vida, buscar el ingreso que no pueden conseguir en sus lugares de origen, huir de la violencia, reunirse con sus familiares que ya salieron tiempo atrás, buscar nuevos mundos, etc.Al marcharse algún miembro de la familia, se generan nuevas situaciones y nuevos retos, algunos positivos pero muchos muy difíciles para los que se quedan, principalmente para las mujeres e hijos, cuando el jefe de familia se va. Las rutinas cotidianas se modifican, nuevos roles, nuevos trabajos, reajustes internos, la nostalgia por las ausencias, el deseo del retorno y el sueño de un mejor porvenir, van haciendo su aparición en el día a día.

La situación para la mujer madre de familia es en particular complicada, ya que tiene que asumir nuevos roles para los cuales no estaba ni social ni emocionalmente preparada. Sus actividades, responsabilidades y preocupaciones se incrementan de manera importante:
Le toca llevar sola la conducción del hogar, tanto el cuidado y atención de la casa y sus miembros, como la administración y/o generación de recursos económicos en tanto llega el dinero que envíen los familiares.
Hay que hacer reajustes en los esquemas de autoridad y hacer frente en soledad al crecimiento y desarrollo de los hijos.
Hay que sobrellevar la mirada de la comunidad sobre ellas, que en muchas ocasiones ejerce un férreo control sobre su conducta y comportamiento, impidiéndoles socializar de manera sana, participar en actividades comunitarias, desarrollarse ellas mismas, etc.
Aprender a manejar los procesos de reajuste y adaptación cuando los familiares regresan. Hay dificultades para la reintegración del migrante al nuevo modelo familiar, cuando ya la mujer aprendió a ser más independiente, y el hombre ya no ejerce la misma autoridad con los hijos.

Este tipo de situaciones, en un primer momento hacen que las nuevas jefas de familia estén en una situación de vulnerabilidad, que no es evidente a primera vista, pero que sin duda las afecta a ellas y a todo el núcleo familiar. Se vive con mayor estrés, ansiedad, falta de autoridad, timidez, inseguridad económica, presión social, coraje, etc.

Sin embargo, existen también consecuencias positivas del fenómeno migratorio para las mujeres, que pueden constituirse en fortalezas si se trabaja en ello: el desarrollo de la independencia y la autosuficiencia de la mujer; nuevos arreglos entre madre e hijos que llevan a un entendimiento de los nuevos roles; por supuesto las mejoras económicas, cuando el migrante sostiene la comunicación, mejor comunicación de la pareja, orgullo y mayor libertad para el manejo de las responsabilidades familiares, entre otras.

Con el fin de potenciar estas oportunidades positivas que se generan con la migración y, sobre todo, apoyar a las mujeres que se quedan, en 2008 surgió el proyecto Mujer y Familia Migrante (PMyFM), en el estado de Veracruz, México, que impulsó el Servicio Jesuita a Migrantes de México.

Trabajar la salud emocional, formar un hábito de ahorro e impulsar iniciativas productivas fue la apuesta integral del PMyFM para crear condiciones que mejoren el diario vivir de los familiares que se quedan cuando alguien migra.

Cerca de 5,000 mujeres e hijos beneficiados, 4 proyectos productivos en marcha, 30 grupos organizados para el ahorro en Bancos Comunitarios, que reciben los talleres de salud emocional, una red de aproximadamente 30 promotoras locales que ya llevan la conducción del Proyecto, dos manuales impresos sobre el modelo de Bancos Comunitarios y otro para los Grupos de Autoayuda, constituyen los logros cuantitativos que se han tenido a lo largo de estos 5 años. Pero la manera en como las mujeres que han experimentado la migración en sus familias se viven después de participar en el proyecto, abre esperanzas y da sentido a las pequeñas acciones.

"Aprendí a expresar mis sentimientos, a saber que como mujer tengo derechos, aprendí a ‘domar el león que llevo dentro’ para relacionarme mejor, y hacerme escuchar" (Mujer participante Grupo Autoayuda, Playa Vicente, Ver.)

"A través de mis ahorros en el Banco Comunitario he tenido un recurso sobre el cual yo decido, eso me da independencia y me hace sentir bien". (Socia Banco Comunitario, Minzapan, Ver.)

"Como promotora tengo mucha responsabilidad. Impulsar el ahorro en los grupos lo sé hacer muy bien, las mujeres participan fácilmente. Donde tenemos dificultad es trabajar la parte emocional, nos resistimos a hacer nuestra propia transformación cultural, a romper nuestros miedos e inseguridades, a creer desde dentro que somos capaces, dignas de derechos y a hacer valer nuestra voz. Ver esas transformaciones cuando se logran me dan razón suficiente para seguir en el trabajo". (Promotora, Acayucan, Ver.)


Autor/a: Por: Magdalena Sofía de la Peña-México
http://www.wim-network.org/2012/09

11 de septiembre de 2012

La discriminación y violación sistemática de los derechos de las mujeres.



Hablar de derechos humanos, es referirse al patrimonio común e inalienable de toda la humanidad, toda vez que los mismos guardan relación directa con el ser humano. El reconocimiento de lo que hoy día constituyen estos derechos, es el resultado de miles de años de sacrificios y frustraciones sufridos por el género humano, desde que se estableció la diferencia entre gobernantes y gobernados/as, lo que también equivale a decir, de aquellos que a través del poder político, económico y coercitivo, han utilizado la fuerza para imponer su criterio, frente a aquellos/as que han carecido de estos elementos de dominación.

II. Concepto de derechos humanos

Para entender mejor el tema, es preciso desarrollar en forma muy elemental, lo que constituye un derecho. En este sentido, debemos decir que derecho, es un conjunto de principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas en toda relación civil, a cuya observancia, las personas pueden ser compelidas por la fuerza. Siendo lo anterior así, se puede también definir que los derechos humanos son derechos inherentes a nuestra naturaleza y sin los cuales no podemos vivir como seres humanos.

III. Características generales de los derechos humanos:

Los derechos humanos tienen determinadas características, iguales en todas partes del mundo, como son las siguientes:
1.Son innatos y congénitos, porque todos los seres humanos nacemos con ellos. 2.Son universales, en cuanto se extienden a todo el género humano en todo tiempo y lugar. 3.Son absolutos, porque su respeto se puede reclamar indeterminadamente a cualquier persona o autoridad. 4.Son necesarios porque su existencia deriva de la propia naturaleza del ser humano. 5.Son inalienables, porque pertenecen en forma indisoluble a la esencia misma del ser humano. 6.Son inviolables, porque ninguna persona o autoridad puede actuar legítimamente en contra de ellos, salvo las justas limitaciones que pueden imponerse a su ejercicio, de acuerdo con las exigencias del bien común de la sociedad. 7.Son imprescriptibles, porque forman un conjunto inseparable de derechos.
Es importante resaltar también, que la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, reconoció un principio básico como derecho humano, que es el derecho de toda persona a mejorar económica, social y culturalmente.

Una gran cantidad de países, recogen en sus Constituciones, el principio de igualdad de derechos entre mujeres y hombres, por lo que se dice que no existen normas discriminatorias; sin embargo, cuando se hace un análisis integral de los sistemas jurídicos, queda claramente evidenciado que existe igualdad en teoría y desigualdad en la práctica, por lo que la igualdad sigue siendo una quimera para la gran mayoría de las mujeres del mundo.

A nivel internacional, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, constituye el instrumento jurídico que de manera universal, protege los derechos de hombres y mujeres; principios que recogen la mayor parte de las Constituciones de los países, así como otros convenios internacionales, sin embargo, en la realidad se produce una gran cantidad de actos violatorios a los derechos humanos de la mujer, como son:

Principales actos violatorios a los derechos humanos de las mujeres:

1.Violaciones al derecho a la integridad personal:
- La violencia física, psíquica, sexual y económica, que acontece en las relaciones de pareja y en la familia, que en la mayoría de los casos terminan en homicidio, suicidio o feminicidio;
- El abuso sexual y el estupro, especialmente los incestuosos;
- La violencia social a nivel de la comunidad en general, incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento e intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educativas, en la administración de justicia y en otros ámbitos;
- La prostitución forzada y el tráfico y la esclavitud de niñas y mujeres;
- El asesinato de mujeres, especialmente los practicados por maridos, ex-maridos, convivientes y enamorados;
- Las mutilaciones genitales de que son objeto millares de mujeres en el mundo, por razones religiosas sin fundamento alguno;
- La utilización de la violación sistemática de la mujer como arma de guerra en los conflictos armados;
- La esterilización forzada, el aborto forzado, la utilización coercitiva o forzada de anticonceptivos, el infanticio de niñas y la determinación prenatal del sexo;
- La impunidad de los agresores y las absoluciones fundamentadas en conceptos legitimadores de la opresión de la mujer por parte del hombre. Un hecho relevante, es que no obstante la mujer es víctima de la violencia en el hogar, en el trabajo, en la sociedad, es también la principal promotora de la paz.
2. Violaciones al derecho a la libertad:
- Violaciones a la libertad del desarrollo de la personalidad, pues desde el nacimiento, las mujeres son limitadas en su desarrollo en todos los ámbitos, a través de una influencia cultural que estimula la dependencia, subordinación y discriminación, así como el pleno ejercicio de sus derechos como persona.
- Violaciones a la libertad de expresión, conciencia, religión, reunión, asociación y movilización, pues se espera que la mujer subordine su pensamiento y sus acciones a los del hombre, sea éste su padre, esposo, amante, hermano, hijo.
-Violaciones a la libertad de movimiento fuera del matrimonio, cuando el esposo o compañero no permite a la mujer que trabaje, estudie o salga sin su autorización.
- Control de la sexualidad y del cuerpo de la mujer. En muchos países, las mujeres no pueden decidir sobre el número de hijos, ni el momento en que desea tenerlos o no, y en muchos casos, requieren para esterilizarse autorización del compañero o esposo, y si es soltera se le niega el derecho a esterilizarse, no obstante, el hombre sí puede hacerse una vasectomía en cualquier momento y sin autorización de la mujer. El resultado de todas estas violaciones, es que se limitan las oportunidades de desarrollo de la mujer y además, se pone en peligro sus vidas.
3.Violaciones al derecho a la igualdad:
- Se producen violaciones en el acceso al sistema judicial y a la administración de justicia, especialmente en los casos de violación, abuso sexual y violencia intrafamiliar, donde los procedimientos son inadecuados y hay un gran desconocimiento del manejo de este tipo de situaciones por parte de los funcionarios/as y en la mayoría de los casos, las víctimas resultan victimarias, al ser cuestionadas y consideradas culpables de la violencia ejercida en su contra.
- Se viola el derecho a la igualdad, cuando se niega o se limita el acceso de la mujer a la toma de decisiones y al poder político en igualdad de derechos y oportunidades con el hombre.
- Se viola el derecho a la igualdad cuando se da un trato desigual o discriminatorio en la legislación o en los tribunales de justicia.

Si todo lo descrito anteriormente no es discriminación y no es violación a los derechos humanos de las mujeres, cómo se le puede llamar? De allí pues, surge la necesidad de trabajar en una reformulación de la legislación, dando énfasis en los derechos humanos de las mujeres, elaborando y promulgando nuevas leyes no sólo en el ámbito penal, sino también en el civil, administrativo y de procedimiento, destinadas a prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer en todas sus formas y expresiones.

Pero es importante que, paralelamente con las reformulaciones a la legislación, se desarrollen programas de difusión y de educación a toda la población, sobre la existencia y alcance de sus derechos ante la ley, pues sólo a través de su conocimiento estaremos avanzando hacia la eliminación de la discriminación contra la mujer y fundamentalmente, concienciar a los hombres en torno a la necesidad de que reconozcan y respeten los derechos de las mujeres, pues como señala la doctora Nafis Sadik, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de la ONU, "Ningún cambio fundamental en favor de la mujer será posible sin que se produzca un cambio masivo en las actitudes masculinas".

De los señalamientos anteriores, es que se produce entonces, la estrecha relación entre los derechos humanos, mujer y violencia , por ello, se hace necesario trabajar en una reformulación de la legislación, dando énfasis en los derechos humanos de las mujeres, elaborando y promulgando nuevas leyes no sólo en el ámbito penal, sino también en el civil, administrativo y de procedimiento, destinadas a prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer en todas sus formas y expresiones.

MUJER Y DERECHOS HUMANOS
Mariblanca Staff Wilson.
Abogada
Panamá.



http://www.derechos.org/koaga/viii/staff.html

Los derechos humanos de las mujeres.



Es innegable que a través de los siglos, la concepción patriarcal que ha prevalecido en el mundo, ha sido plasmada en los distintos instrumentos nacionales e internacionales, al considerar al hombre (varón) como paradigma de la humanidad; situación que se ha reflejado en los derechos humanos, en su lenguaje, en sus ideas, valores, costumbres y hábitos, pues los mismos sólo tienen como referencia a una parte de la humanidad: la masculina, a través de cuyos sentimientos y pensamientos se nos ha ubicado en la sociedad, como seres inferiores, sumisas y dependientes, sin derecho a nuestra propia identidad genérica.

Es preciso conceptualizar el término patriarcado, el cual debe ser entendido como la supremacía masculina institucionalizada. Es cierto que desde su surgimiento, que según se dice se originó en Mesopotamia en el cuarto milenio antes de Cristo y que se extendió gradualmente por el mundo, el patriarcado también ha tenido numerosos desafíos; no obstante, ha sido el feminismo el primer movimiento que lo desafía propiamente como tal, al exigir las mujeres ser tratadas como seres humanas con derechos: el derecho a la integridad física, es decir a la integridad de nuestros cuerpos; el derecho al trabajo, a la educación, a la cultura, al acceso al poder; el derecho a una vida sexual y reproductiva plena y sana; el derecho a conservar nuestros ingresos; el derecho a acceder a la tierra y a las facilidades financieras; el derecho a ser tratadas con dignidad, en fin, gozar efectivamente, en igualdad de condiciones y oportunidades, de los derechos de que gozan los hombres.

Los distintos movimientos de mujeres a nivel mundial, han continuado la labor de promoción y vigencia efectiva de nuestros derechos y libertades fundamentales, luchando por una reformulación global de los Derechos Humanos con perspectiva de género, con fundamento en que si bien es cierto, como hemos visto en los párrafos anteriores, que el reconocimiento de los derechos humanos comprende de manera general al hombre y a la mujer, no menos cierto es, que la realidad práctica, evidencia que los instrumentos internacionales y los mecanismos de derechos humanos, invisibilizan las necesidades, deseos y demandas de las mujeres, pues tales instrumentos no toman en cuenta sus especificidades, pues sus derechos humanos son sistemáticamente violados, además de ser victimizadas por ser mujeres, sin que tales hechos sean considerados como violación a los derechos humanos.

Es así, que entre los conceptos derechos humanos, mujer y violencia, existe una vinculación muy íntima, porque aunque parezca obvio que los derechos humanos de la mujer, están teórica y formalmente contenidos en el concepto de derechos humanos, nuestro mundo cotidiano revela una realidad bien diversa. El hecho es que la gran mayoría de las legislaciones internas e internacionales, convenios, acuerdos y tratados; en la actuación de los Estados-Parte comprometidos con los documentos sobre la igualdad que firmaron y ratificaron e inclusive, en la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos; en la actuación de los diversos grupos no gubernamentales que trabajan en pro de los derechos humanos, se puede constatar que las cuestiones específicas de las mujeres reciben tratamiento secundario y marginal, por cuanto los mismos sólo tienen como referencia a una parte de la humanidad: el sexo masculino, que es considerado como el paradigma de lo humano.

Para comprender esto mejor, basta señalar por ejemplo, que la Declaración de los Derechos Humanos proclamada en 1948, para definir los derechos humanos de la persona, tomó como base el término genérico "hombre", que aún cuando incluye a la mujer, no la refleja; no la define como ser individual y por tanto, este concepto no tomó en cuenta las diferencias humanas y principalmente las especificidades de las mujeres. Fue en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, que la comunidad internacional organizada, por primera vez, se vio precisada a declarar y reconocer que los derechos de las mujeres son también humanos, al señalar que "los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales".

Lo anterior encuentra su explicación, en que dichos documentos fueron elaborados en foros constituidos mayoritariamente por hombres, representantes de un modelo ideológico eminentemente patriarcal y no es de sorprender entonces, que no hayan tomado en cuenta nuestra manera de sentir, pensar, luchar y vivir. Esta es la razón de que los movimientos de mujeres, nos hayamos instalado en rebeldía en el escenario interno e internacional, denunciando el desprecio a nuestros derechos y exigiendo que las diferencias biológicas entre los sexos, no se traduzcan en desigualdades en el plano social, jurídico, político, económico, familiar, etc.

En ese sentido, consideramos que el logro más visible del género femenino, es el de haber colocado en la agenda pública mundial, la temática de la mujer en todos sus aspectos, especialmente la referida a la violencia contra la mujer como una violación a sus derechos humanos. La violencia contra la mujer, constituye un grave problema social a nivel mundial, que ha sido hasta las últimas décadas, considerado como un problema del ámbito privado, no siendo hasta años recientes, ante las constantes demandas de las mujeres y de grupos femeninos organizados, que se ha logrado ponerlo en la palestra pública, para tratar de prevenirlo, erradicarlo y sancionarlo.

Y es por ello, que se considera necesario, evaluar la efectividad de los instrumentos y mecanismos, en el campo de los derechos humanos, en la perspectiva de su reformulación, para que cumplan efectivamente su objetivo de salvaguardar los derechos fundamentales de toda la humanidad, por cuanto existe una cantidad de actos violatorios a los derechos humanos de las mujeres, que no se encuentran contemplados en los diversos instrumentos jurídicos relativos a estos derechos.

MUJER Y DERECHOS HUMANOS
Mariblanca Staff Wilson.
Abogada
Panamá.

http://www.derechos.org/koaga/viii/staff.html

5 de septiembre de 2012

Día Internacional de la Mujer Indígena.



Se ha establecido merecidamente desde el año 1983 que cada 5 de Septiembre, se celebre el Día Internacional de la Mujer Indígena en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiwanaku. El principal motivo se dio por la conmemoración de la muerte de Bartolina Sisa, mujer indígena aymara que fue cruelmente torturada y vejada por pedir justicia y libertad para su pueblo junto a su esposo Tupac Katari.

La sentencia leída aquel 5 de septiembre de 1782, nos muestra claramente la magnitud de la ejecución y el posterior simbolismo adquirido en la imagen de esta heroína de la historia boliviana:
BARTOLINA SISA, guerrera aymara que se opuso a la dominación y la opresión de los conquistadores y brutalmente asesinada por las fuerzas realistas españolas el 5 de octubre de 1782 en la Paz , Bolivia

Desde pequeña recorría junto a sus padres diferentes pueblos por el comercio de la hoja de coca. Allí pudo ver los atropellos que se cometían con las poblaciones indígenas.

Se casó con Tupac Katari, un joven aymara con el que compartía la misma convicción.

Ambos se unen a Túpac Amaro II y a su esposa Micaela Bastidas. Estalla la insurgencia aymara-quechua y Bartolina asume un papel de liderazgo.

Bartolina Sisa Fue jefa de batallones indígenas donde demostró gran capacidad de organización, logrando armar un batallón de guerrilleros indígenas y también grupos de mujeres colaboradoras de la resistencia a los españoles en los diferentes pueblos del alto Perú. Sus hazañas y arrojo estan representadas en el Sitio de La Paz y a Sorata donde tomó parte activa, ordenando represar el río que pasa por la ciudad para provocar una inundación que debía romper los puentes y aislar a la población, pero este plan fracasó puesto que el general realista, Segurola, recibió ayuda de cinco mil hombres que destruyeron los planes de los rebeldes. Tiempo después, Bartolina Sisa fue capturada, torturada y cruelmente asesinada.

Bartolina Sisa Mujer del Feroz Julián Apaza o Tupaj Catari, en pena ordinaria de Suplicio, que sea sacada del Cuartel a la Plaza mayor atada a la cola de un Caballo, con una soga al Cuello y plumas, un aspa afianzada sobre un bastón de palo en la mano y conducida por la voz del pregonero a la Horca hasta que muera, y después se clave su cabeza y manos en Picotas con el rótulo correspondiente, para el escarmiento público en los lugares de Cruzpata, Alto de San Pedro, y Pampajasi donde estaba acampada y presidía sus juntas sediciosas; y después de días se conduzca la cabeza a los pueblos de Ayo-ayo y Sapahagui en la Provincia de Sica-sica, con orden para que se quemen después de un tiempo y se arrojen las cenizas al aire, donde estime convenir".

. Las mujeres indígenas han sido víctima de discriminación durante siglos, y esto se magnifica por el hecho de ser mujeres, indígenas y en la gran mayoría pobres. Un homenaje a todas aquellas mujeres indígenas que se esfuerzan día a día por superarse, por llevar adelante sus familias, por ser las portadoras del conocimiento tradicional de sus pueblos, por seguir desarrollando sus facultades de liderazgo que les permitan ejercer plenamente sus derechos colectivos e individuales desde su propia especificidad étnico-cultural y a la vez participar en la vida nacional como portadoras de un valioso legado cultural y social y finalmente por sus incansables luchas sobre la reivindicaciones de los derechos fundamentales que nos asisten como pueblos indígenas. La sobrevivencia de nuestros pueblos se debe en gran parte a la lucha anónima y tenaz de las mujeres indígenas ya que ellas desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la pobreza, el hambre y la exclusión social y étnico-cultural, y hacen posible el mantenimiento de la unidad familiar.

Este Día Internacional evoca y rinde homenaje a las mujeres indígena - originarias que entregaron y entregan su vida por sus familias y su comunidad. Es seguro que sin ellas no se mantendría y no se pasaría la herencia y los conocimientos y saberes culturales, lingüísticos y tradicionales.

En condena del cruel asesinato de la heroína Bartolina Sisa, las organizaciones sociales, en especial de América Latina, organizan homenajes a la mujer indígena a modo de recordar el aporte de lucha por la libertad de esta gran mujer indígena. Bartolina Sisa y el líder indígena Túpac Katari, lucharon contra el ejército realista y fue ella quien demostró liderazgo al formar y organizar batallones indígenas y grupos de mujeres colaboradoras de la resistencia a los españoles en los diferentes pueblos del Alto Perú. Su valor y sus hazañas están mencionados en las historias escritas del Sitio de La Paz y de Sorata en donde tomó parte activa.

 

Derechos Específicos de las Mujeres Indígenas

Las mujeres indígenas tienen derechos que comparten con sus congéneres de todas las sociedades y culturas, y también derechos específicos que derivan de su condición particular en cuanto integrantes de pueblos indígenas. Sus propias organizaciones e instituciones que acompañan sus luchas los identifican del siguiente modo:
Derecho al respeto de la identidad cultural del pueblo al que pertenecen.



Derecho a su identificación como integrante de un pueblo indígena específico.



Derecho a no ser asimiladas ni obligadas a aceptar prácticas culturales ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural.



Derecho a modificar costumbres y tradiciones sociales, culturales, económicas que dañen o afecten su dignidad.



Derecho a recuperar, como integrantes de un pueblo indígena, ciertas prácticas y tradiciones que las favorecen y dignifican como mujeres.


http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=4525


4 de septiembre de 2012

Los espigadores y la espigadora.



Una historia que comienza en el diccionario, con la palabra espigador y el cuadro de Millet que la acompaña. No se nos explica en ese momento el por qué de la elección. Tal vez fuera un juego de la autora, la obligación de encontrar una historia detrás de cualquier palabra que surgiera al azar. La que ella propone es espigador y es esa palabra la que se convierte en el punto de partida.

Agnès se lanza a la carretera y comienza a seguir el rastro de esa palabra, llevada por pequeños golpes de intuición que nos la muestran, en primer lugar, en el vertedero en el que las empresas abandonan aquellas patatas que no son aceptadas por el consumidor. Ahí se encuentra ella con los primeros espigadores, aquellas personas que recogen lo que queda después de haberse cosechado un cultivo. Toneladas de patatas aptas para el consumo que han sido descartadas por su forma, su tamaño o su color. Poco le cuesta a Agnès seguir el hilo de los espigadores y comenzar a seguirlos por toda Francia : desde los que se hacen con ostras a los que buscan tomates. Cuando el espigador adquiere lo que busca sin agacharse, tirando, entonces se convierte en racimador, generalmente con la fruta o con la uva.

La evidencia de las imágenes podrían convertir el discurso de Agnès en un lamento más o menos obvio de lo que la sociedad tira y de haberse quedado ahí quizás no habría salido del manifiesto ecologista. La primera prueba, la de las patatas, es lo bastante elocuente como para necesitar más evidencias, pero el interés de Agnès va más allá.

Poco a poco, va convirtiendo el ejercicio del espigueo en una metáfora de lo que ella ha hecho y sigue haciendo en su vida. Se ha dicho que uno de los elementos de esta película es ella misma como personaje y el gran acierto de esta historia está en la forma en que ella va introduciéndose en lo que cuenta hasta convertirse en la protagonista de lo que pasa.

No debemos pasar por alto que el narrador siempre está presente y que si, como es el caso, se hace visible desde el principio con sus canas, su disfraz de espigadora y su presente voz en off es porque tiene algo que decir sobre sí mismo. La clave se la guarda hasta la última parte de la película, cuando dice que también hay espigadoras de lo inmaterial, de lo artístico. Es entonces cuando queda claro lo que ella quería : mostrarse a sí misma como una de esas espigadoras que tratan de encontrar algo útil con lo que la vida le ofrece.

Es cierto que lo que ella cuenta tiene su importancia en el terreno de lo económico, pero esta película no sería lo que es si se hubiera quedado en eso. Lo que hace Agnès es mostrarnos lo más cerca posible cómo hay que tratar la realidad para sacar de ella cosas aprovechables. Todo, entonces, deja el terreno de lo económico para adquirir, además, un nivel metafórico. Las ostras que no se aprovechan o los tomates abandonados se convierten en símbolos de todo aquello que nos rodea y que no parece tener ningún interés para nosotros a la hora de convertirlo en una historia ajena o en algo más o menos propio.

Estamos educados para ver lo que vamos a ver y, en cierto modo, somos como esas maquinas que no recogen bien la cosecha. Agnès se lanza a la carretera y lo que muestra es que el ejercicio de convertirse en espigador de la propia vida es algo ya interesante : al convertir esas manchas de humedad de su casa en cuadros o al quedarse con ese reloj sin manecillas para que le ayude a frenar el avance del tiempo que nota en sus manos.