19 de enero de 2015

Las mujeres en el legado de Martin Luther King.


Martin Luther King inspiró al mundo entero.
"Un hombre no mide su altura en los momentos de confort, sino en los de cambio y controversia", había dicho Martin Luther King, aquel hombre que soñó un sueño y que no vivió para verlo hecho realidad. Pero sus palabras y su historia influyeron a muchos; su coraje transformó una sociedad, que no estaba dispuesta a quedarse callada.
Muchas personas vivieron y murieron poniendo en práctica las enseñanzas de Martin Luther King, pero hay algunos nombres que se destacan; que agarraron vuelo y resuenan constantemente en las páginas de la historia de Estados Unidos. Especialmente tres. Tres mujeres que se impusieron, con valentía e inteligencia, y lograron cambiar el destino y los prejuicios de un país entero.
Cuando pensamos en el Movimiento por los Derechos Civiles de los Afroamericanos, es inevitable acordarse de Rosa Parks, una costurera negra de Montgomery, Alabama, que fue arrestada cuando se negó a cederle su asiento a un hombre blanco en el colectivo.
Fue una defensora empedernida de los derechos civiles, y vivía en una época en la que la gente de color no podía sentarse en la parte de adelante del colectivo, no podía usar los mismos baños que los blancos, ni mandar a sus hijos a las mismas escuelas.

Fue asesora de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), para promover el bienestar y la igualdad étnica. Su muestra de valentía en aquel colectivo fue el aleteo de mariposa que crearía un huracán, con el histórico fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en 1956, que prohibió la segregación en transporte público.
Delores Tucker también removió el tablero. Fue activista y trabajó durante un tiempo con Martin Luther King. Era mujer y negra, y dedicó su vida a la lucha por los derechos de las minorías. Impulsó la Comisión de Condición Jurídica y Social de la Mujer e hizo de la participación política una prioridad fundamental de su causa: puso en marcha el método de votación por correo y bajó la edad de participación a 18 años.
Denunció cosas de su cultura de las que se avergonzaba, como las letras de rap y hip hop denigrantes hacia la mujer o su contenido sexual insultante hacia su género.
 

Y no se puede dejar de hablar de Constance de Baker Motley, incansable participante del movimiento, y defensora acérrima de los derechos civiles. Se interesó en el derecho desde temprano, y su formación como abogada estuvo a cargo también de algunos de los juristas más liberales de la época.
En 1950 fue la primera mujer redactora de casos dirigidos a la Corte Suprema de Estados Unidos, y logró que James Meredith fuera el primer chico negro en ir a la Universidad de Mississippi. Fue jueza, senadora y hasta presidente del condado de Manhattan. Apuntó alto, y sobrepasó sus metas.