14 de febrero de 2012

Una realidad espinosa.

Para miles de mujeres colombianas, las flores no simbolizan el amor sino una explotación masiva.

"Las mujeres tienen que volver a los invernaderos justo después de haber rociado las flores con pesticidas. Algunas se marean o tiene problemas de presión sanguínea, e incluso en algunos casos sus hijos han nacido con problemas respiratorios". - Dionise Trujillo, ex trabajadora de las flores, Colombia.


Para miles de mujeres del sector de las flores en Colombia, las flores no simbolizan el amor sino una explotación masiva. Es irónico que en un sector que genera tantos beneficios con la celebración del Día de la Madre, sea práctica habitual despedir a las mujeres en cuanto se quedan embarazadas.


Colombia es el segundo país después de Holanda en exportación de flores. Las mujeres representan el 70% de la mano de obra de este sector. Trabajan con contratos temporales que generalmente sólo son verbales.


En un día normal, una mujer recoge una media de 400 claveles. Ese número se duplica en fechas especiales, por ejemplo, en el periodo previo a San Valentín o el Día de la Madre. La venta en las calles de EE.UU. y Europa de las flores de todo un día de trabajo puede ascender a los 800 dólares, mientras que la trabajadora está cobrando un salario mínimo equivalente a menos de 2 dólares por día.


Y lo que es peor, los estudios médicos revelan que dos tercios de las trabajadoras en el sector de las flores en Colombia padecen problemas asociados a la exposición a los pesticidas, que van desde náuseas a abortos espontáneos

Desvalorizacion del trabajo:

En primera medida, es necesario mencionar que las trabajadoras floriculturas son el

eslabón más débil de la cadena de producción de flores cortadas para la exportación,

aunque con su trabajo aportan ganancias muy importantes al sector floricultor estos

beneficios económicos no las cobijan.

Por el contrario, están siendo directamente perjudicadas por la flexibilización laboral

debido a prácticas de contratación como:

- Contratos laborales a término indefinido, con presiones continuas de despido lo cual

genera inestabilidad.

- Contratos a término fijo, por lo general no mayor a 4 meses.

- Contratos por producto, por ejemplo por número de flores cortadas.

- Subcontratación por personas naturales o empresas temporales de servicios.

- Uso de la modalidad de las Cooperativas de Trabajo Asociado, que por su naturaleza no

se rigen por el derecho laboral. Las trabajadoras asociadas en ellas aportan como capital,

su trabajo, y son consideradas, al mismo tiempo, gestoras de la "nueva empresa". El

régimen de trabajo, de previsión, de seguridad social y compensación es el consignado en

los estatutos y reglamentos del acuerdo cooperativo, por lo general realizados con

antelación a la vinculación de la trabajadora a la cooperativa y en muchos casos

directamente por las empresas floriculturas, en la mayoría de las ocasiones las

trabajadoras desconocen los estatutos que las rigen. Por consiguiente cuando la

trabajadora se vincula, se adhiere a unas condiciones previamente establecidas, que

pueden desconocer su seguridad social y la de su familia.

Amor, flores y mujeres.
(1989), es un documental de Jorge Silva y Marta Rodríguez
que describe en profundidad el cultivo de flores en Colombia, un trabajo de condiciones muy precarias, realizado casi exclusivamente por mujeres, que se ven
expuestas a tóxicos y pesticidas mortales.»






http://www.oxfam.org/es/about

http://www.odg.cat/documents/enprofunditat/Deute_ecologic/florscactus.pdf