5 de mayo de 2015

¿A dónde van nuestras hijas desaparecidas?



¿Pero qué origina que miles de niñas y mujeres no regresen a sus casas cuando sólo han salido a la tienda, la papelería o no vuelven nunca más del trabajo?
A nadie le es ajeno que en Ciudad Juárez, Chihuahua, se libra una lucha contra el feminicidio desde hace más de 20 años. Está encabezada por las valientes y aguerridas Madres de Juárez, que ante la falta de respuestas para encontrar a sus hijas desaparecidas, o a los culpables de los asesinatos de sus hijas, han tenido que organizarse y dar la pelea por encontrar justicia y castigo a los culpables, tocando las puertas de los gobiernos en turno, que sexenio tras sexenio han hecho oídos sordos, así como también sus Instituciones que han sido indiferentes, negligentes y omisas.
Desde hace unos años se ha evidenciado que las mafias del crimen organizado diversificaron sus negocios para incrementar sus jugosas ganancias, incursionando en el tráfico de personas, armas e incluso otras mercancías; como lo son las mujeres y niñas intercambiadas con fines de explotación sexual, las cuales se han convertido en el tercer negocio más lucrativo después del narcotráfico.
¿Cómo es entonces que miles de niñas y mujeres desaparecen y son asesinadas a lo largo y ancho de la república mexicana sin que el gobierno federal y locales hagan nada para detener esta barbarie?
Recientemente, en Ciudad Juárez, a través del periódico Nortedigital se dio a conocer la captura de Manuel Vital Anguiano junto a cinco sujetos más acusados de desaparecer y asesinar a 11 mujeres.
Operaba enganchando a las jóvenes por medio de ofertas de empleo en una ¨tienda¨ que solo servía como trampa para atraerlas y después desaparecerlas. Dos mujeres testificaron ante un Tribunal Oral donde reconocieron haber trabajado con Manuel Vital Anguiano alias "Don Many" y tres jovencitas más que desaparecieron.
Él mismo reconoció en sus primeras declaraciones que desde el 2003 y hasta el 2011 enganchó a las 11 jóvenes con promesas de trabajo y de las que ya jamás se supo nada.

¿Extravío o desaparición forzada?
Desde hace siete meses México reclama la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin duda alguna este crimen perpetrado por el Estado mexicano encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) se ha convertido en bandera de lucha de los que se movilizaron a partir del mes de octubre del año pasado por toda la república mexicana.
Encontró eco internacionalmente, y con la participación de cientos de miles en multitudinarias marchas demostró el hartazgo acumulado por años en la falsa guerra contra el narco durante el sexenio de Calderón con la militarización del país, arrojando miles de muertos y desaparecidos, así como cientos de desplazados de sus comunidades de origen convirtiéndolas en pueblos fantasma. Con la militarización, también ha aumentado la violencia hacia las mujeres.
En los casi tres años del regreso del viejo PRI nos hemos enterado de distintas masacres perpetradas por el régimen, sus instituciones militares y policías federales, con la complicidad del resto de partidos políticos en el poder.
Es así que no podemos hablar de simples desapariciones, siete mujeres son asesinadas al día en México, en su mayoría arrebatadas de sus hogares por las redes de trata con fines de explotación sexual, consideradas cosas de uso y desecho. Esto sólo es posible bajo un sistema patriarcal, misógino y machista todo ello exacerbado por el capitalismo en su propio beneficio que considera a las mujeres meras mercancías que pueden ser descartables y sustituidas por otras.
¿Cómo podemos pensar en juicio y castigo para estos delincuentes si desde las entrañas de los partidos políticos se tejen estas redes de trata, como es el caso del líder del PRI en el D.F. Gutiérrez de La Torre, a quien se le exoneró de las acusaciones que pesaban en su contra?
A poco más de un mes de las elecciones intermedias a realizarse el 7 de junio, ninguno de los partidos oficiales que se disputan nuevos cargos ofrece ninguna solución de fondo a las terribles condiciones a las que nos enfrentamos los sectores empobrecidos, pero principalmente las mujeres que sufren con mayor fuerza toda clase de violencia.
Con millones de pesos gastados en sus campañas electorales tratando de legitimarse y desviar el descontento de la población, ningún partido propone cómo terminar con el feminicidio y las miles de desapariciones forzadas de niñas y mujeres, no responden al reclamo de las y los jornaleros de San Quintín por mejores condiciones laborales, y un largo etcétera de abusos por parte de estos políticos parásitos que no nos representan y que aprueban reformas y leyes anti obreras y anti populares.

http://www.laizquierdadiario.com/A-donde-van-nuestras-hijas-desaparecidas