6 de junio de 2012

La madre migrante.

Hoy en día según los flujos migratorios, los roles de la familia han ido cambiando, ya que antes era el hombre el que emigraba y cuando conseguía los papeles agrupaba a su familia, pero hoy en día debido a la creciente migración femenina es la mujer sobre todo MADRE la que deja a su marido y a sus hijos, a quienes deja al cuidado de su madre o de sus hermanas, y viene a buscar un "futuro mejor".

Al estar lejos de sus familias, las madres emigrantes sufren el doble, por estar lejos de sus hijos. Se arriesgan a pasar por muchas situaciones difíciles como la soledad, tristeza, aislamiento y muchas veces sumergidas en la depresión o melancolía.

La mayor parte de las mujeres madres migrantes trabajan de "internas" cuidando personas mayores para ganar algo de dinero y sustentar desde lejos a sus familias. Se arriesgan a experimentar situaciones muy difíciles, como el cambio de cultura, comida, clima y muchas veces el mismo idioma.

Pero lo doloroso que viven estas mujeres madres emigrantes es el tormento que tienen: ¿Cómo estarán mis hijos? ¿Habrán comido? ¿Qué estarán haciendo? etc. estos pensamientos se les viene a la cabeza, incluso no pudiendo trabajar tranquilamente, y sobre todo porque llevan el sentimiento de culpa de haberles abandonado. Lo que les anima es utilizar los medios tecnológicos que ha ayudado de alguna medida a paliar esta situación, van a un locutorio hablar con sus hijos o al internet.

Pese al esfuerzo que implica emigrar muchas madres son juzgadas por sus familiares e hijos incluso llegando a rechazarlas por estos no valorando todo el esfuerzo que realizan. Son las madres las que emigran La pedagoga argentina Nora Rodríguez en su libro: "Educar en el locutorio", señala que el hombre era el que migraba para enviarle dinero a su familia, ya que las mujeres que lo hacían eran estigmatizadas y acusadas de abandonar a sus hijos. Sin embargo, esta visión de que la mujer debe quedarse al cuidado de los hijos empieza a perder vigencia. Esto produce que cada vez más mujeres madres que hombres se lancen a buscar trabajo en el exterior.

A pesar de que la mayoría emigra sin documentación en regla, realiza tareas domésticas y percibe bajos salarios, ha logrado superar lo que aportan los hombres latinoamericanos en el envío de remesas. Otro factor importante es la evolución social de la mujer que es madre, como ser que al ganar su propio dinero logra una independencia económica que quizás no tenía en su tierra.

Según Comisiones Obreras, las mujeres tienen peores condiciones laborales que los hombres. Todavía, y a pesar de la formación, las mujeres ocupan los puestos menos cualificados e incluso reciben un sueldo menor que el que recibiría un hombre por el mismo trabajo.

Sevilla, Stella Masulli Vidangos.