6 de mayo de 2013

Cuentos de los hermanos Grimm: sexo, violencia y sadismo en las hstorias.



Los cuentos de los hermanos Grimm son considerados los más importantes de la historia de la Literatura infantil a pesar de que no fueron los verdaderos autores, pese a que se llevaron la fama

Tal y como podemos comprobar en el blog «Ovejas eléctricas», el mérito de de Jakob y Wilhelm Grimm es, ni más ni menos, haber convertido una serie de relatos de la tradición oral alemana que rozaban el sadismo en unas inocentes historias para niños.

En sus versiones originales, las peripecias de personajes como Blancanieves,  "Hansel y Gretel, Rapunzel o la Bella durmiente estaban destinadas a un público adulto, por lo que estaban marcadas por una violencia y un contenido sexual que estos autores se vieron obligados a rebajar.

Así, en las versiones que han llegado hasta nuestros días, el papel de la madrastra es ser la malvada del cuento, pero en muchas de las historias originales ese rol está reservado a la madre de los protagonistas. Es lo que ocurre en «Hansel y Gretel», donde, ante la escasez de alimentos, la madre de los pequeños obliga a su esposo a abandonar a sus hijos en el bosque.

Lo mismo sucede en «Blancanieves», ya que era la madre, y no la madrastra, quien quería acabar con la vida de la joven y bella muchacha a causa de una rivalidad de tipo sexual. Porque esta clase de contenido abundaba también en los cuentos originales.

En la versión tradicional de «Rapunzel», la joven era entregada por sus padres a una bruja a cambio de alimento. La bruja la encerraba en una torre, pero un príncipe la descubría y cada noche escalaba hasta ella gracias a sus largas trenzas. El resultado de esas visitas será que Rapunzel se quede embarazada de gemelos, mientras que en la historia que hoy conocemos, simplemente se casa con su rescatador.

También los castigos a los que eran sometidos los villanos tuvieron que ser modificados, puesto que la puritana sociedad de la época los consideraba poco apropiados. Algo de razón tenían, ya que la madrastra -o la madre- de Blancanieves era obligada a bailar hasta la muerte con unas zapatillas de hierro calentado al rojo vivo, mientras que las hermanastras de Cenicienta se cortaban un dedo o parte del talón para caber en los pequeños zapatos de cristal. Un pájaro mágico y la sangre delataron a las impostoras, que fueron duramente castigadas, ya que sus ojos fueron arrancados por unos cuervos.

Otras historias menos conocidas como «Los doce hermanos», «La niña sin manos» o «El hueso cantarín» contienen también numerosos ejemplos de crueldad y violencia que explican por qué a lo largo de las sucesivas ediciones de sus obras, los hermanos Grimm fueron suavizando el contenido de estos cuentos que originalmente reflejaban la extrema dureza de la vida en la Edad Media, hasta convertirlos en una obra destinada al público infantil y adecuada al gusto de la burguesía del siglo XIX.

http://www.abc.es/medios-redes/20121220/abci-cuentos-hermanos-grimm-sexo-201212200835.html