26 de octubre de 2013

Personajes ficticios, síndromes reales.



A través de los años, los autores en la literatura en todo el mundo han dado vida a un sinfín de personajes: villanos, héroes, princesas, algunos de ellos se han vuelto realmente memorables por su peculiar forma de actuar, tanto así que han servido para nombrar algunos síndromes.
¿Quién no ha escuchado, leído o visto Alicia en el País de las Maravillas?, pues este personaje sirvió para designar a un trastorno neurológico que suele afectar a personas con migraña.
El síndrome de Alicia en el País de las Maravillas se caracteriza porque quienes lo padecen ven de forma alterada el tamaño de las cosas, su forma y ubicación de los objetos, también las personas y el tiempo son percibidos de manera distorsionada.
Pese a que el nivel de alteración de su alrededor puede ser muy intenso, las personas que sufren este síndrome son perfectamente conscientes del carácter ilusorio de sus percepciones.
Otelo, personaje principal de la tragedia de Shakespeare que lleva el mismo nombre, recuerda aquel moro que por conspiraciones de gente cercana empezó a dudar de la fidelidad de su amada Desdémona. Así como en esta obra, el síndrome de Otelo o celopatía hace referencia a un trastorno delirante que normalmente afecta a los hombres y que se caracteriza por una preocupación excesiva e irracional sobre la infidelidad de la pareja.
El síndrome de Rapunzel se caracteriza por la tricofagia, que es la ingesta compulsiva de cabello. Esta conducta ocasiona la formación de de bolas de pelo en el estómago e intestinos y puede resultar muy peligroso si el cabello envuelve y perfora los órganos.
Este síndrome, del cual se conocen muy pocos casos, recuerda al personaje de uno de los cuentos de los Hermanos Grimm: Rapunzel, la doncella que vivía en una alta torre y cuya larga cabellera servía para que su príncipe pudiera llegar hasta ella.
Emma Bovary, protagonista de la novela del escritor francés Gustave Flaubert, Madame Bovary sirvió de inspiración para denominar el bovarismo.
También conocido como síndrome de Madame Bovary, éste se caracteriza por la insatisfacción de una persona tanto en los planos afectivos como sociales derivadas del contraste entre sus ilusiones y aspiraciones con respecto a su propia realidad. Así como Emma, y su insatisfacción conyugal tras su matrimonio monótono con el doctor Charles, alejado por completo de las expectativas que se había creado a través de la lectura de novelas románticas.
Las aventuras de Huckleberry Finn, del estadunidense Mark Twain, subsecuente a Las aventuras de Tom Sawyer, relata la historia del travieso Huck y sirvió para designar al síndrome caracterizado por la elución de responsabilidades, tal y como lo hace un niño. Los adultos que padecen este síndrome tienden a la inestabilidad laboral.
Creación del escocés James Matthew Barrie, Peter Pan, un niño que nunca crece y que habita en el país del Nunca Jamás. Este personaje, fue inspiración para nombrar al síndrome afecta en su mayoría a hombres y que se caracteriza por la inmadurez social y emocional, además del rechazo a asumir responsabilidades.
Wendy, otro personaje de la obra de Barrie, es el complemento de Peter Pan, una niña que actúa como la madre de Peter en sus aventuras. El síndrome de Wendy se presenta cuando una persona tiene una necesidad absoluta de complacer al otro, casi siempre a la pareja y a los hijos.
Es común que un Peter Pan tenga su Wendy y le resuelva todas las situaciones que éste busca evitar debido a su inmadurez.
Otro de cuentos de hadas: el síndrome de la Bella Durmiente. También conocido como síndrome de Kleine-Levin, se trata de un padecimiento de orden neurológico que provoca una somnolencia excesiva en periodos que pueden durar desde días hasta meses, las personas que lo sufren pueden dormir todo el día, lo que los inhabilita para actividades como trabajar o estudiar.
La similitud de las conductas de estos personajes con las de algunas conductas provocadas por ciertos síndromes, fue la causante de que los investigadores adoptaran esos nombres para los padecimientos.
Después de este recuento médico-literario no está de más conocer de manera formal lo qué es un síndrome, he aquí una definición breve.
Un síndrome es cualquier conjunto de signos y síntomas y pueden formar parte de una enfermedad (en psicología usualmente denominada trastorno), actualmente se tiene conocimiento de cientos de ellos, y son tema de estudio de psicólogos, psiquiatras y médicos.
Según explica Katia Rodríguez González, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, la línea que divide el estudio de los síndromes por parte de la medicina y la psicología es muy delgada ya que cualquiera de éstos posee una base biológica y una base psicológica, ésta última relacionada directamente con la conducta.
La mayoría de los síndromes antes mencionados son muy poco comunes, pero de todos existen casos registrados.

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15 de octubre de 2013

Día Internacional de las Mujeres Rurales.



«El empoderamiento de las mujeres rurales es crucial para poner fin al hambre y la pobreza. Al negar derechos y oportunidades a las mujeres, negamos a sus hijos y a las sociedades un futuro mejor. Esta es la razón por la cual las Naciones Unidas pusieron recientemente en marcha un programa para empoderar a las mujeres rurales y mejorar la seguridad alimentaria.»

Secretario General Ban Ki-moon
Día Internacional de las Mujeres Rurales

La Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 62/136, destaca la igualdad de género y la eliminación de la discriminación de la mujer, así como la importancia de hacer llegar los recursos necesarios a las zonas rurales como educación, alimentación, salud y las comunicaciones, así como poner énfasis en las mujeres y los niños.
Es importante destacar que la aportación de las mujeres en las áreas rurales es vital, ya que son las encargadas de la agricultura, de la crianza, son educadoras y empresarias, contribuyen a la seguridad alimentaria y por consiguiente al desarrollo sostenible.
Sin embargo no cuentan con el acceso a las oportunidades y a los recursos productivos de la misma forma que los hombres, por lo que truncan su progreso, en cambio si la situación fuera igualitaria, las mujeres rurales podrían reducir el hambre hasta en un 17%, y la explotación agrícola aumentaría hasta en un 30% con el apoyo y las medidas adecuadas de acceso.
En una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de este año en la que participó el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) se señala que uno de los pendientes que se tiene con las mujeres rurales es la falta de acceso a créditos para el campo. La representante de la FAO indicó que los grandes retos para las mujeres rurales también son el acceso a la salud, la educación, el empleo, el acceso a fertilizantes, ganado, equipamientos, semillas, servicios de extensión de la tierra de formación agrícola y servicios financieros.
Asimismo, el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México dice que las mujeres rurales mexicanas y de América Latina tienen trabajos más precarios y menos seguros, que los de los hombres rurales, es decir, sin horarios flexibles para conciliar el cuidado familiar, con una menor remuneración y con escasa representación en las organizaciones de los trabajadores. Además de que en México sólo 22% de las áreas económicas rurales están dirigidas por mujeres, y el 75% de las mujeres en esta actividad no es remunerada. Por ello es necesario modernizar los sistemas de extensión de la tierra, hacerlos más incluyentes y que se sensibilicen ante la situación de las mujeres, y en el sector financiero solicitarles que apoyen las necesidades de la agricultura hecha por las mujeres.
Las mujeres que laboran en el campo representan el 43% de la población mundial, y en algunos lugares este sector representa el 70%. La desigualdad entre los géneros, la crisis alimentaria y el cambio climático hacen que el 60% de la población mundial con hambre crónica sean mujeres y niñas.
La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres señala que en América Latina, las mujeres entre 20 y 59 años de edad, 110 de ellas viven en familias rurales por cada 100 hombres en Colombia, en Chile son 114 mujeres por cada 100 hombres. En África Subsahariana son más de 120 mujeres de la misma edad que viven en familias pobres por cada 100 hombres según el Informe del Progreso 2011 de ONU Mujeres.

http://www.yocancun.com/ai1ec_event/dia-internacional-de-las-mujeres-rurales/?instance_id=/feed/
http://www.un.org/es/events/ruralwomenday/