20 de abril de 2017

La misoginia.



Concepto:
►      La misoginia es básicamente una teoría que propone que la mujer no es un ser humano completo. Usualmente se cree que la mujer ocupa un pedestal menor al hombre y que la mujer debe hacer y seguir pautas de conducta que se suponen son naturales a su sexo.
►      La misoginia es una ideología similar al racismo; la diferencia es que el sexo en vez de la raza es visto como una señal de diferencia y anormalidad; el término viene del griego misein (odiar) y gyne (mujer).
►      Por lo general, la misoginia propone un dualismo en la conducta de la mujer. La mujer, se cree, es el monstruo y el latente peligro al hombre como Pandora y las Arpías de las leyendas o la tentación viva y el origen de la caída del hombre como en el caso de las Sirenas, Eva y las femmes fatales del cine moderno.
►     Otra dimensión de la misoginia es la idea del papel de la mujer estrictamente como madre que debe sufrir por los hijos, como mártir, como servidora del hombre, como ama de casa y como fuente de reproducción. casi como una imitación de las leyendas sobre la Virgen María.
►      Aquí en este otro afiche se sugiere que la mujer no es racional, no es adepta a la ciencia, al desarrollo y que su lugar no es el centro de trabajo aun de secretaria. El uso del verbo matar sugiere un misoginismo latente que apunta a la exclusión de la mujer del mundo público.

Signos comunes de misoginia 

El hombre siempre asume automáticamente que tiene el derecho (dado por Dios) de controlar la vida de la mujer y su comportamiento cotidiano. Las necesidades, las aspiraciones, las ideas, los pensamientos y los sentimientos de la mujer no se toman en cuenta.
 El hombre utiliza a Dios, la Biblia, y las enseñanzas de la iglesia para apoyar su derecho y decirle a la mujer “lo que tiene que hacer," y siempre demanda que ella se "someta" a sus deseos, sus caprichos, sus decisiones, y  sus planes sin ninguna duda y objeción. En esta situación, no hay lugar para una mutualidad conyugal ni la pequeña posibilidad de una igualdad amorosa. Es siempre los deseos y caprichos del hombre, o simplemente nada.
El hombre usualmente cree y defiende la idea que las convicciones, las ambiciones, las opiniones, los sentimientos y los pensamientos de la mujer no tienen ningún valor verdadero en el mundo real. El hombre desacredita estas opiniones y aspiraciones en general o específicamente porque ella es una "hija de Eva" y es fácilmente engañada. Por lo tanto, las opiniones de las mujeres son de consecuencia irrelevante. O alternativamente, el hombre puede acatar la idea que las opiniones de su mujer cuentan para algo, pero entonces las descuenta de una en una porque ellas no tienen ningún sentido y son sumamente "locas".
La mujer o esposa se da cuenta que la conducta de su esposo dentro de la casa es obviamente muy diferente de su conducta en la calle, el trabajo u otro lugar público. En casa todos (el resto de la familia) "no hacen ruido" por temor de desagradarlo o molestarlo. Cuando la mujer o esposa hace notar la diferencia entre la conducta del hombre en casa y otros lugares, es probable que haya negaciones contundentes.
La mujer se da cuenta que cuando el esposo no consigue sus deseos y caprichos, su reacción es violenta. El hombre grita y amenaza, o se enfada. Pero al día siguiente el hombre se porta como si nada hubiera pasado, y actúa en una forma superficial pero encantador y dulce. Nadie puede predecir cuando el esposo cambiará de parecer.
La mujer se da cuenta (a veces es tarde) que su relación con el marido nunca mejora por más que ella puede tratar de cambiar la situación. La mujer usualmente se siente inadecuada, culpable de algo, y de algún modo desequilibrada en sus quehaceres. Ella nunca sabe lo que pasará, y por más que ella  espera por algún cambio, su esposo nunca lo hace. La mujer entonces se siente como si estuviera "loca" y ella asume que los problemas son resultado de su propia conducta. Aún cuando su vida en la comunidad sea el trabajo o la escuela le dan un ánimo positivo, la mujer pierde toda su confianza y el amor propio cuando ella vuelve a casa. No importa lo que ella haga para cambiar y adaptarse a las demandas del esposo, nada es nunca suficiente. Sus demandas siempre cambian y llegan a ser sumamente ilógicas. La mujer termina por rechazar sus propios sueños y aspiraciones para acomodar al marido.
El marido cotidianamente se niega a aceptar  cualquier defecto o crueldad en su conducta. En los momentos cuando algo falla en la casa o en la relación marital, el problema es siempre la mujer. Si ella acaba de ser "más" sumisa y hacendosa o está llena del "Espíritu" o "me obedece" como una "mujer cristiana buena," el hombre asume que todo estaría perfecto en la vida.
Al hombre se le ve (en público) realmente como un ser virtuoso para poder "aguantar" a una mujer como ella. Por otro lado, él puede llegar a ser extremadamente celoso si otras personas, especialmente hombres, ponen demasiada atención a “su” mujer. Así, la mujer ya no se siente libre para asociarse con ciertos amigos, con grupos comunitarios, o con los miembros de la familia a causa de su necesidad de mantenerlo feliz. Aunque estas actividades o las personas son importantes para ella, ella prefiere evitar su compañia para que se pueda "mantener la paz en el hogar".

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