12 de marzo de 2014

La Mujer y la Tierra son una sola .


No hablaré de cifras sobre la situación de la mujer ni de sus dolores, o algo por el estilo que parezca académico. Por mucho tiempo he reflexionado sobre por qué en la lengua Awajún se dice a la mujer "nuwa", a la tierra "nugka" y a la madre de la tierra "nugkui". ¿Es una explicación de la relación holística de la mujer con la tierra o es una mera coincidencia lingüística? Yo diría que no es una coincidencia lingüística sino una expresión de conexión de la mujer con el mundo real. Me explico. En la historia del pueblo Awajún, la agricultura llega en manos de la mujer y Nugkui es su principal fuente proveedora de conocimiento en la materia.
La tierra representa fertilidad, pero también es fuente proveedora de la riqueza del mundo. Todo sale de ella. Así como la semilla germina alimentándose de la tierra, todas las naciones venimos por medio de la mujer.
La naturaleza epistemológica de esta relación es muy profunda y holística. La expresión "madre" es una palabra que viene dotada de una significación profunda como la raíz de un árbol anclada en el suelo. Cuando más profunda la raíz, más alta y visible denota el árbol. Pues contemplada en forma humana así se destaca la mujer develando su gran maestría, aunque muy ignorada tantas veces.
No se destaca porque trae naciones al mundo, se destaca porque es la primera maestra del mundo que enseña a la humanidad las bases del caminar. La tierra no se quiere desprender de la mujer, ella no puede hablar pero habla a través de la mujer, por eso le dio el conocimiento de la agricultura y del cuidado que los humanos debemos tener en su aprovechamiento. La mujer es cómplice innata de la tierra. No existe nación alguna sin ninguna identidad territorial como tampoco existe el ser humano sin ninguna madre.
En la modernidad de los tiempos quien entiende mejor el problema climático es la mujer y eso no es porque la mujer estudia con mayor dedicación el fenómeno natural, sino que ocurre que ella es la tierra misma. La mujer en forma de madre entiende mejor el problema del hambre porque es ella la que alimentó a las naciones y es ella la que enfrenta a diario y carga el problema de la escasez.
Entiende de cerca el problema de la pobreza porque conoce el frío que siente un niño cuando no tiene abrigo, entiende mejor el problema de la violencia y de la injusticia porque ella ha repartido desde un principio la ración del mundo con amor y ponderación. Ella es la que en familia distribuye alimento a todos por igual y el cariño que emana es la palabra de amor.
Sin embargo, poco o nada hemos hecho sus hijos por ella. Por eso, en el Día Internacional de la Mujer, lo mínimo que debemos hacer es honrarla como debe ser, darle el espacio que por derecho natural le corresponde. Por qué no entender que de las tantas tareas que existen gran parte de ellas deben estar en las manos maestras de la mujer, por qué no entender que la falta de esta fuerza le quita al mundo de los humanos la mitad de su energía, por qué no facilitar que la mujer siga sorprendiéndonos con su conocimiento, aprender de ella, dejar que con voz cada vez más fuerte diga "así se debe resolver el problema social", "de esta manera se debe equilibrar los poderes para mantener la paz y la justicia", de escuchar sus aportes sobre cómo enfrentar la crisis climática, pero también abrir más espacios en el plano político y económico para que sus manos ayuden a resolver el problema del hambre y la pobreza. Ella es sabia por naturaleza porque no está sola, la tierra es ella y la tierra está con ella, con su divino hacedor. Es el momento de darle vuelta a la página, es el tiempo de la mujer.

Por Gil Inoach Shawit*, es indígena del pueblo Awajún, ocupó el cargo de presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) de 1996 al 2002.

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¿Cuál es la psicología de Alicia en el País de las Maravillas?


El cuento de Lewis Carroll está lleno de alusiones a la educación y las costumbres de su época. Mezcla fantasía y realidad, y ha influido a literatos, músicos, cineastas y científicos.

Caída angustiosa. El descenso de Alicia por la madriguera que parece no tener fin recuerda la pesadilla tan recurrente en muchas personas de caer y caer, hasta que la sensación de angustia creciente les hace despertar. Carroll usa esa imagen para describir la entrada en lo inconsciente.

Las prisas. El Conejo Blanco mira su reloj y va siempre apresurado diciendo "¡Dios mío, voy a llegar tarde!". Refleja la ansiedad, la conducta paranoica y la exigencia a veces exagerada que los mayores imponen a los niños.

Fuera rutinas. Los adultos viven atados a la costumbre, como el Sombrerero y su eterno té de las seis. Carroll critica los comportamientos asumidos que nunca son cuestionados. Alicia, a lo largo del libro, se acostumbra a la libertad y a la aventura, y, al despertar del sueño, encuentra "aburrido y estúpido que la vida siguiera su curso normal".

Números. La condición de matemático de Lewis Carroll se nota en la obra, llena de guiños al álgebra, la teoría de números y la lógica. La caída interminable de Alicia recuerda al concepto de límite. En el capítulo 5, la paloma dice que las niñas pequeñas son un tipo de serpiente, ya que las dos comen huevo. Esta deducción alude al cambio de variables.

Crisis de identidad. La incertidumbre propia de la adolescencia aparece cuando Alicia se encuentra a la Oruga Azul sentada fumando con un narguile. Esta pregunta con prepotencia a la niña por su identidad, a lo que ella responde llena de dudas, pues al haber cambiado varias veces de estatura ya no sabe bien quién es. La Oruga Azul es la lógica racional, las dudas y la paciencia como madre de la ciencia.

Vitalidad. El Gato de Cheshire destaca por su sonrisa. Representa el sentido vital: "Siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante".

Estira y encoge. En el libro, la protagonista aumenta y disminuye de tamaño varias veces. Eso ha dado lugar al término micropsia o síndrome de Alicia en el País de las Maravillas para definir un trastorno neurológico que afecta a la visión. El sujeto que lo padece percibe los objetos mucho más pequeños y alejados de lo que están en realidad. También se llama visión o alucinación liliputiense.

Intolerancia. La Reina de Corazones gobierna despóticamente el País de las Maravillas. Narcisista, rígida y controladora, resuelve los problemas, pequeños y grandes, mandando decapitar a todo el que ose ofenderla.


http://www.muyinteresante.es/cultura/preguntas-respuestas/cual-es-la-psicologia-de-alicia-en-el-pais-de-las-maravillas-511394618716

9 de marzo de 2014

El empoderamiento de la mujer en el trabajo contribuye al fin a la pobreza.


Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente  a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. Las mujeres contribuyen de manera muy significativa a las economías, ya sea en empresas, granjas, como emprendedoras o empleadas o trabajando como cuidadoras domésticas no remuneradas.
Por otro lado, siguen sufriendo de manera desproporcionada la pobreza, la discriminación y la explotación. La discriminación de género implica que a menudo las mujeres acaban desempeñando trabajos no seguros y mal pagados, y siguen siendo una pequeña minoría en puestos directivos. La discriminación también reduce el acceso a bienes económicos como la tierra y los préstamos y limita su participación en el diseño de políticas sociales y económicas. Otro aspecto a considerar es que el grueso de las tareas domésticas recae en las mujeres, por lo que suelen tener poco tiempo libre para aprovechar oportunidades económicas.

Un nuevo informe del Grupo del Banco Mundial se destaca la necesidad de adoptar medidas audaces y coordinadas que fomenten la igualdad de oportunidades para la mujer en el entorno laboral, entre ellas abordar desde un principio los prejuicios de género, ampliar el acceso de la mujer a la propiedad y las finanzas, y elevar la edad jubilatoria, lo que traerá beneficios considerables en la lucha contra la pobreza.

Según la publicación Gender at Work (Cuestiones de género en el trabajo), prácticamente todas las mediciones a nivel mundial indican que las mujeres se ven más afectadas por la exclusión económica que los hombres. Las tendencias sugieren que en los últimos 20 años la participación de la mujer en la fuerza de trabajo se ha estancado y se ha reducido del 57% al 55% a nivel mundial. Esto es así a pesar de la creciente evidencia de que el empleo beneficia a las mujeres, las familias, las empresas y las comunidades.

"Sabemos que si se reducen las disparidades de género en el entorno laboral se pueden generar importantes beneficios en materia de desarrollo: se puede mejorar la salud y la educación de los niños, contribuir a la reducción de la pobreza y fomentar la productividad", señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial. "Se trata de una cuestión urgente. No actuar equivale a perder una gran oportunidad. Hasta el momento, se ha avanzado muy poco y con demasiada lentitud".

"Hoy en día, muchas más niñas asisten a la escuela y tienen una vida más larga y saludable que hace 30 o incluso 10 años. Pero esto no se ha traducido en mayores beneficios", afirmó Kim. "Aún hay demasiadas mujeres que carecen de libertades y oportunidades, y enfrentan enormes desigualdades en el mundo laboral".


Medidas progresivas, generales y coordinadas
De acuerdo con el informe, dado que, desde temprano y a lo largo de toda su vida, las mujeres deben enfrentar diversas limitaciones en el ámbito laboral, para reducir la disparidades de género es necesario tomar medidas progresivas, generales y coordinadas. En el documento, que complementa el Informe sobre el desarrollo mundial 2013, dedicado al empleo, se señala que las opciones deberían ser, entre otras, incorporar la igualdad de género en las estrategias de empleo y crecimiento, reformar los sistemas jurídicos, y comprometer la participación del sector privado en la búsqueda de soluciones innovadoras destinadas a promover la igualdad de género.

Asimismo, se afirma que las normas sociales pueden exacerbar las privaciones y limitaciones que enfrentan las mujeres. Casi cuatro de cada 10 personas a nivel mundial casi la mitad en los países en desarrollo están de acuerdo en que, cuando los empleos escasean, los hombres tienen más derecho al trabajo que las mujeres. Las limitaciones más comunes que enfrentan las mujeres más desfavorecidas incluyen la falta de movilidad, tiempo y aptitudes, la exposición a la violencia, y la ausencia de derechos básicos.

"Las mujeres pobres en particular son propensas a sufrir múltiples limitaciones en varios niveles", señaló el director de Género y Desarrollo del Grupo del Banco Mundial, Jeni Klugman, coautor del informe con Matthew Morton. "La creación de condiciones equitativas para ese grupo y el aprovechamiento de su potencial económico podrían ser decisivos para combatir la pobreza extrema".


Fuerza femenina
En América Latina y el Caribe, la participación de la mujer en la fuerza de trabajo ha aumentado un 35% desde 1990. En el análisis realizado por el Grupo del Banco Mundial se concluyó que en 2010 los niveles de pobreza extrema y de desigualdad de ingreso promedio habrían sido un 30% y un 28% más elevados, respectivamente, si no hubiera sido por el aumento de los ingresos de las mujeres generado por el incremento de los ingresos laborales, el acceso a beneficios jubilatorios y la participación en la fuerza de trabajo entre 2000 y 2010.

Según el informe, los estudios de diagnóstico en los países son esenciales para ayudar a los Gobiernos a determinar cuáles son las mejores políticas y resulta imprescindible contar con una mayor participación del sector privado, que es, con mucho, la principal fuente de empleo. El sector privado puede marcar el rumbo creando un entorno de trabajo y políticas que tengan en cuenta las condiciones familiares, incentivando a las mujeres a familiarizarse con puestos y sectores no tradicionales, y revisando las políticas y los sistemas de recursos humanos destinados a abordar la discriminación y el acoso. Asimismo, es necesario realizar más inversiones para subsanar las deficiencias principales en materia de datos y conocimientos.

Para promover la igualdad de género en el trabajo, en el informe se recomienda a los Gobiernos la adopción de medidas específicas que abarquen el ciclo de vida de la mujer y se señala que las intervenciones destinadas únicamente a las mujeres en edad reproductiva comienzan demasiado tarde y terminan demasiado pronto. Los sesgos pueden comenzar en las primeras etapas de la vida, en ocasiones de manera sutil, lo que hace que en última instancia resulte difícil y costoso resolver el problema de la desigualdad.


Recomendaciones a los gobiernos
En Gender at Work se recomiendan diversas políticas que los Gobiernos pueden aplicar a lo largo de la vida de una mujer:

* Durante la infancia y la juventud, se pueden aplicar políticas orientadas a combatir la desigualdad a través de la educación y la capacitación, por ejemplo brindando incentivos para que las niñas asistan a la escuela.
* En el caso de las mujeres en edad reproductiva, las medidas a tener en cuenta incluyen eliminar las restricciones al trabajo y el empleo, permitir y alentar la propiedad y la titularidad conjunta de tierras, y aplicar leyes equitativas en materia de sucesiones. Otras estrategias incluyen políticas de flexibilidad y licencias adaptadas a las condiciones familiares, programas de atención infantil accesible y desarrollo en la primera infancia, y el desarrollo de infraestructura para aligerar las tareas que realiza la mujer cuando se dedica al cuidado del hogar y de la familia. Es imprescindible contar con acceso equitativo a los activos y a los servicios financieros. Abordar las limitaciones fuera del sector formal reviste particular importancia en los países de ingreso bajo, dado que la mayoría de las personas sobre todo las mujeres no percibe sueldos ni salarios por su trabajo.
* En el caso de las mujeres de mayor edad, los Gobiernos pueden apoyar la elaboración de normas laborales equitativas para la vejez, combinadas con programas de protección social adecuados. La edad jubilatoria debería ser la misma para los hombres y las mujeres. Por otra parte, mediante programas específicos se puede mejorar la capacidad de las mujeres de mayor edad que puedan y quieran trabajar, y a través de las políticas previsionales se puede brindar protección sin desalentar el trabajo de la mujer.

En el informe se advierte que el envejecimiento de la población en el mundo en desarrollo revestirá cada vez más importancia para los Gobiernos. Se espera que de aquí a 2050 la tasa de dependencia de las personas mayores en los países en desarrollo aumente un 144% y que en ese mismo período la tasa de dependencia de los niños disminuya un 20%, lo que alterará la naturaleza de la carga de los cuidados en las familias y las sociedades.

"Hoy en día, se aprovecha apenas la mitad del potencial productivo de las mujeres a nivel mundial. Esto es un desperdicio, dado que la igualdad de género en el entorno laboral es sumamente beneficiosa tanto en el ámbito del desarrollo como de la actividad empresarial. El compromiso debe comenzar con la tarea de fomentar las capacidades y aspiraciones de los niños y las niñas en igual medida desde los primeros años, de manera de generar un efecto lo suficientemente duradero para que ellos y las futuras generaciones vivan en un mundo más equitativo y próspero", manifestó Klugman.

La Organización Internacional del Trabajo estima que se desaprovecha casi la mitad del potencial de las mujeres en edad reproductiva, en comparación con el 22% en el caso de los hombres. La reducción de estas disparidades podría reportar enormes beneficios para el desarrollo. En un estudio realizado por Goldman Sachs se concluye que si se redujeran las disparidades de género en el trabajo se podría incrementar en hasta un 14%, para 2020, el ingreso per cápita en los mercados emergentes.

http://www.unwomen.org/es/what-we-do/economic-empowerment
http://www.wim-network.org/2014/03/el-empoderamiento-de-la-mujer-en-el-trabajo-contribuye-al-fin-a-la-pobreza/

7 de marzo de 2014

La mujer y el cómic .


El mundo del cómic es una realidad relativamente joven. Aun así, en su apenas siglo de vida el noveno arte ha sufrido grandes transformaciones. Una de ellas ha sido la evolución del papel de la mujer, que ha pasado en poco tiempo de extraña a parte fundamental de la industria.
Históricamente, la mujer ha sido en gran medida ajena a aquellas formas de expresión que a finales del siglo XIX originaron el cómic (surgido como incentivo para la venta de periódicos, dirigidos sobre todo a los varones), lo que implicó que quedara excluida, en parte, de los grandes circuitos artísticos. Esto no quita que el sector femenino infantil -y más tarde el juvenil- ganaran en importancia como potenciales consumidores, sobre todo a partir de mediados del siglo pasado, reclamando personajes con los que poder identificarse. Por ello, debemos distinguir dos perspectivas: la mujer creadora y la mujer como personaje de cómic.

En los cómics, los personajes femeninos comenzaron siendo simples acompañantes para los héroes masculinos; intereses amorosos, damiselas en apuros o femmes fatales que complicaban su existencia. El auge de las historietas de aventuras traerá poderosos héroes seguidos ocasionalmente por chicas que añaden un contrapunto exótico y romántico a sus historias. Por el contrario, las villanas se caracterizarán sobre todo por ser sensuales y proactivas (como Catwoman), habitualmente tratando de conquistar al héroe mediante el juego sucio, resultando inesperadamente más atractivas para la audiencia, lo que a la larga será crucial para la evolución de los personajes femeninos. Aun así, sólo en contadas excepciones podremos ver a una mujer siendo el centro de la acción. Ejemplos de ello son Krazy Kat, de las tiras cómicas del mismo nombre creadas por George Herriman en 1915 y sobretodo, Winnie Winkle the Breadwinner (Winnie Winkle, el sostén de la casa), un cómic creado en 1920 por Martin Branner y que se siguió editando hasta los años noventa. Trataba de los avatares de una joven que trabajaba para mantener a sus padres y a su hermano pequeño, reflejo de cómo los tiempos cambiaban tras la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral durante la I Guerra Mundial. Poco a poco, el cómic cambiaría también.

El cómic de aventuras da paso al de superhéroes, al tiempo que la mujer debe de nuevo incorporarse al trabajo para sustituir a los soldados en el frente durante la II Guerra Mundial. Esto permite a algunas mujeres entrar por primera vez a trabajar en las editoriales. Como forma de propaganda, los superhéroes volverán también su mirada a la mujer. Por aquel entonces, las superheroínas eran simples contrapartidas femeninas de héroes anteriores, pero por primera vez se mostraba en el cómic a mujeres fuertes y capaces de realizar trabajos hasta entonces masculinos. Wonder Woman, revolucionario personaje creado por William Moulton en 1941, brillará por encima de todas las demás. Dedicada a combatir a los nazis, no será contraparte de ningún superhéroe, y a pesar de tener un novio, se desliga del rol tradicional de género negándose a casar para seguir luchando contra el mal. Gracias a su atractivo, el personaje se volvió muy popular entre los hombres, pero algunas mujeres trabajadoras vieron en ella un modelo de conducta a seguir, lo que la convirtió en el referente del feminismo que es hoy en día. Sin embargo, a pesar de estos avances, tras la guerra el papel de la mujer vuelve a retrotraerse.

A partir de mediados del siglo XX la audiencia femenina se encuentra ya entre los objetivos de la industria, pero se afrontará casi exclusivamente desde la perspectiva del cómic romántico y adolescente. Patty’s World (conocido en España como Esther y su mundo) es un buen ejemplo de ello, además de ser obra de una mujer, la dibujante Purita Campos, y del guionista británico Phillip Douglas, en 1971. Antes ya había habido numerosos casos de mujeres dibujantes, las cuales trataron en ocasiones de orientar sus creaciones más hacia el costumbrismo que al romanticismo que trataba de imponerse a la audiencia desde las editoriales, responsable de dar paso tras la II Guerra Mundial a tendencias que buscaban recuperar a la mujer hogareña y amable de antaño frente a personajes como Wonder Woman que habían revolucionado el panorama de la época. Es el caso de La pequeña Lulú, creada por Marjorie Henderson Buell, alias Marge, una tira cómica sobre las travesuras cotidianas de una niña pequeña y sus amigos. Décadas más tarde, con el movimiento underground la mujer encontrará un nicho no sólo para protagonizar historias de cualquier género, si no para su propia reivindicación.

En Oriente, el manga japonés ha seguido una trayectoria completamente distinta hasta nuestros días. La cultura japonesa ha sido históricamente muy patriarcal, aunque en un sentido diferente al que podría aplicarse a la sociedad occidental del pasado. Tras el final de la II Guerra Mundial, se produce un fenómeno de hibridación radical en su cultura milenaria que mezcló el rechazo al imperialismo anterior y la aceptación de la ocupación y los valores americanos. Esto provocó una rapidísima emancipación de la mujer que no vino acompañada de un cambio de mentalidad mentalidad que de hecho se retrotrajo aún más-, por lo que se produce un extraño fenómeno en que la mujer se "descosifica" en un sentido mientras que se sexualiza en el otro. Muy pronto aparecen los primeros personajes femeninos fuertes (La princesa Caballero, de Osamu Tezuka, o Sazae-san de Machito Hasegawa) en cuanto a que por un lado se reivindica su papel, y por el otro se busca ofrecer productos atractivos para consumidoras cada vez más independientes; pero con frecuencia, este desarrollo y protagonismo van unidos a cierto fetiche sexual. El manga se caracteriza por presentar personajes tipo, cuyas personalidades se repiten continuamente de una obra a otra, mientras que es en el desarrollo de esas personalidades donde está la originalidad. De esta forma, surgen clichés que representan diferentes tipos de actitudes, muchos de ellos existentes en la sociedad nipona. En lo referente a la mujer, podemos encontrar a grandes rasgos- dos tipos opuestos: mujeres sumisas, ingenuas y serviciales (moe o lolitas, principalmente), o féminas fuertes, profundas, de mentalidad activa, e incluso violentas (tsundere, yandere o kūdere, entre otras). Habitualmente, se ha criticado la extrema sexualización de estos caracteres, muchas veces orientados al fanservice o al fetiche de los propios dibujantes, y que ha contribuido a popularizar su imitación entre las aficionadas. La mujer está casi plenamente introducida en la industria del cómic japonesa, por lo que aunque en los cómics creados por y para mujeres estos estereotipos son también habituales, su tratamiento normalmente huye de esta dependencia sexual, sustituyéndola por un fuerte componente romántico (presente también, por otra parte, en muchas obras de varones).

Hoy en día, en occidente la mujer cada vez se encuentra más integrada en el mundo del cómic, gracias a la desaparición de antiguos roles que ha llevado a muchas mujeres a interesarse por temáticas antes reservadas solo a los hombres, o la apertura de las editoriales a las dibujantes, que han podido publicar en este medio sus propias reflexiones sobre su identidad: Maitena, famosa dibujante argentina y sus tiras sobre la mujer actual, o el célebre caso de Marjane Satrapi, cuyas obras como Persépolis reflexionan acerca de la mujer en su Irán natal y en el mundo. De hecho, la difusión del manga, su mezcla de géneros y el protagonismo que concede a la mujer, han provocado que muchas nuevas artistas decidan lanzarse al mundo del cómic desde este género, por lo que, aunque aún quede mucho camino por recorrer, cada día la mujer forma una mayor parte en el noveno arte.
 

El verdadero origen del Día Internacional de la Mujer .

 
 
El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero contrariamente a lo que se cree en muchos círculos sociales, su nacimiento no radica en un acontecimiento aislado, sobre el que ni tan siquiera existía consenso entre la historiografía norteamericana y la española, sino que ha de encuadrarse en un contexto histórico e ideológico mucho más amplio.
En la historiografía española la conmemoración del 8 de marzo se vincula, de forma equivocada, al incendio ocurrido el citado día del año 1908 en una fábrica textil de Nueva York, provocado por el propio empresario ante las obreras declaradas en huelga y encerradas en el inmueble.
En la historiografía estadounidense se vincula, también de forma incorrecta el origen del 8 de marzo a una manifestación de trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York que reivindicaban mejoras laborales.
Según el Diccionario Ideológico Feminista de Victoria Sau, "se considera una jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro (…)".
Las referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo que se basan en el incendio de la fábrica en Nueva York o en la manifestación de las trabajadoras son falsas debido a la manipulación de querer silenciar el verdadero origen de esta festividad. En relación al incendio, basta con mirar el calendario para hacer tambalear esta teoría. El 8 de marzo de 1908 era domingo, un día un tanto extraño para declararse en huelga sin perjudicar al empresario.
Sí que hubo un incendio en la fábrica de la Triangle Shirtwaist Company donde murieron muchas mujeres, la mayoría chicas inmigrantes de entre los 17 y 24 años, pero no fue el 8 de marzo de 1908, sino el 25 de marzo de 1911, dos días antes a la primera celebración del Día Internacional de la Mujer.
En relación a la manifestación, aunque ésta tuvo lugar, no fue ni el 8 de marzo de 1857, ni el 8 de marzo de 1908 como se suele referenciar. Fue el 27 de septiembre de 1909 cuando los/las empleado/as del textil hicieron una huelga de trece semanas hasta el 15 de febrero de 1910, en demanda de mejoras laborales, pero este acontecimiento tampoco es el origen de la celebración del 8 de marzo.
Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.
La decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (Sajonia, Alemania 1857), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas. Pero la propuesta presentada por Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, para organizar la celebración de un Día Internacional de la Mujer no era del todo original. Tenía un antecedente en el que inspirarse, el Women’s Day que las socialistas estadounidenses llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto para las mujeres. El Partido Socialista Americano designó el último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman’s Day, para reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Y hasta el 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.
El Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto femenino, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación.
De esta forma, la primera celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo el 19 de marzo de 1911, y fue seguido en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia.
En los primeros años, el esta efeméride se festejaba en fechas diferentes según los países, pero en 1914, a propuesta de las feministas alemanas, se celebró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. La única autora que se aventura a dar una explicación sobre la elección de esta fecha es Renée Côté, quien sólo apunta como posibilidad el hecho de que el mes de marzo estaba cargado de contenido revolucionario, pero sin dar ningún argumento sólido sobre por qué ese día en particular y no otro.
También la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en la elección de este día internacional. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer se pasara al celebrar sin más cambios hasta la actualidad el 8 de marzo.
Naciones Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento de esta conmemoración femenina. Según Ana Isabel Álvarez, es muy interesante resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917, que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer: "El Día Internacional de la Mujer fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910".
Según Álvarez, "la propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con un coral sensible".
Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo".

http://www.lahuelladigital.com/el-verdadero-origen-del-dia-internacional-de-la-mujer/
 
 

4 de marzo de 2014

En Ghana las mujeres crean su propio banco.

Que los bancos den la espalda a las mujeres, sobre todo si son pobres y viven en zonas rurales, no es ninguna novedad. Pero sí es nuevo que esas mujeres se organicen y creen su propia cooperativa bancaria, como está ocurriendo en el norte de Ghana.
Dunwaa Soayare, una pequeña agricultora de 45 años, viuda y con cinco hijos, no podía obtener créditos en las instituciones bancarias de este país.
No contaba con cuenta bancaria ni garantía. No podía dar tres comidas diarias a sus hijos, y mucho menos pagarles sus estudios.
Pero su vida cambió radicalmente cuando se integró al Grupo de Mujeres Asong-taaba, una cooperativa situada en Denugu, en la norteña región Alta Oriental.
No solo pudo abandonar la choza de barro en la que vivía con su familia y mudarse a una casa de ladrillos que ella misma construyó, sino que también pudo asegurar una educación terciaria a sus hijos. Dos de ellos ya son maestros.
"Aparte de poder encargarme de la educación de mis hijos, amplié mis cultivos de media hectárea a dos. Ahora planto una hectárea de maíz, media de mijo y otra media de maní", dijo a IPS.
Soayare explicó que cosecha 15 sacos de 84 kilogramos por hectárea, que vende a 70.000 cedis (380 dólares), un muy bien precio.
La cooperativa creada en 2008 pudo juntar 5.000 dólares en 2013 gracias a la contribución semanal de sus 25 integrantes, casi todas agricultoras y encargadas de mantener a sus respectivas familias.
Cada lunes, las mujeres se reúnen bajo un árbol de karité y pagan sus aportes, que varían entre 50 centavos y cinco dólares. Como socias pueden solicitar un préstamo para financiar negocios alternativos si sus cultivos no dan los resultados esperados.
Soayare y su familia ya no son vulnerables en las épocas de escasez. La temporada de lluvias en la región Alta Oriental generalmente comienza en mayo y termina en octubre. Pero por los cambios del clima, las precipitaciones están llegando mucho más tarde.
Cuando las lluvias demoran y los cultivos sufren, Soayare pide un prestado al grupo para fabricar jabones y comprar vegetales para su reventa.
"No sé qué habría hecho sin esta iniciativa de ahorros", señaló.
Asong-taaba es apenas uno de los 500 grupos de su clase en el distrito de Garu Tempane, que benefician en total a casi 12.000 personas.
Estas cooperativas nacieron gracias a la iniciativa de la organización Care International Asociación de Ahorro Mejorado y Crédito para la Erradicación de la Pobreza.
Soayare y otros miles de mujeres viven mejor gracias a estas cooperativas.
Una encuesta realizada por los Servicios Estadísticos de Ghana en 2011 concluyó que 31 por ciento de los hogares del país estaban encabezados por mujeres.
El director regional del Consejo Nacional de Población, Zangbalum-Bomahe Amadu, explicó que las costumbres polígamas en el norte de Ghana permiten que los hombres se desvinculen de la crianza de sus hijos, dejando toda la carga a las mujeres.
"La situación se complica si el hombre muere… La mayoría de las mujeres, que generalmente en las áreas rurales son analfabetas, deben esforzarse por cubrir todas las necesidades de sus hijos", dijo a IPS.
Musah Abubakari, vicedirector coordinador del distrito de Garu Tempane, dijo a IPS que las cooperativas han ayudado a reducir la pobreza.
Las mujeres "se dedican a diferentes formas de actividad económica. Muchas se preocupan por la educación de sus hijos, y por eso la matriculación escolar aumentó en los últimos tres años", destacó.
Collins Kyei Boafoh, experto en programas comunitarios de la organización Desarrollo Cooperativo Agrícola Internacional/Voluntarios en Asistencia Cooperativa en el Exterior (ACDI/VOCA, por sus siglas en inglés), dijo a IPS que el concepto de ahorro y préstamo en las aldeas fue clave para mejorar el sustento de las mujeres y sirvió como medida de adaptación al cambio climático.
"Es sabido por todos que, en los últimos cinco años, el cinturón de la sabana en Ghana, que abarca las regiones Septentrional, Alta Oriental y Alta Occidental, sigue sufriendo escasez de lluvias y largos periodos de sequías. Esto no ayuda a la agricultura, que da empleo a 80 por ciento de la población de la región", explicó.
Boafoh dijo que las cooperativas de mujeres ahora usan sus fondos para aventurarse en otras actividades, como el comercio minorista, para complementar sus ingresos.
"Después de los cortos periodos de cultivo, las mujeres reúnen el dinero de los ahorros comunitarios y se ofrecen mutuamente pequeños préstamos para comerciar y procesar (productos). Esto les da un ingreso sostenido y seguridad laboral", dijo.
Boafoh sugirió que el gobierno debería adoptar, modernizar y expandir la iniciativa para reducir la pobreza en las regiones Septentrional, Alta Oriental, Alta Occidental y Central.
Solomon Atinga, gerente de programas en la Estación Agrícola Presbiteriana en Garu Tempane, otra cooperativa de Care International, estima que la iniciativa se ha expandido a 100 comunidades del distrito y que ha tenido un impacto positivo en la vida de las mujeres, que ahora pueden cuidar a sus hijos y mantener a sus familias.
"De hecho, el nivel de vida de las mujeres mejoró enormemente", añadió.
"Se trata de un proyecto pequeño con un impacto grande. Aun siendo pobres, podemos ahorrar. Lo mínimo que recolecta un grupo asciende a fin de año a 2.000 dólares", dijo.

Por Albert Oppong-Ansah

http://www.ipsnoticias.net/2014/03/pequenos-ahorros-de-ghanesas-tienen-gran-impacto/

 
 
 
 

2 de marzo de 2014

Aspectos sociológicos de la mujer sefardí en el Medievo .


 


En las comunidades hebreas de la Edad Media el núcleo básico de organización social es la familia, entendida en sentido riguroso o también definida como familia nuclear. Aun cuando no existen suficientes datos que aseguren con certeza absoluta, se puede generar la hipótesis, que desde la más remota antigüedad la familia judía se organizaba según un estricto "régimen patriarcal", llevándonos a una escasa existencia documental medieval conservada sobre la familia judía, como en las referencias genealógicas y onomásticas.

El varón, ejerciente de la autoridad suprema de la familia judía, desplaza a la mujer al desempeño de las obligaciones derivadas de su condición de esposa y madre, así como a la ejecución de los trabajos domésticos, quedando mostrado la existencia de una inferioridad jurídica de la mujer en la sociedad judía medieval. Podemos pensar, que las mujeres judías vivían en condiciones parecidas a las de sus vecinas musulmanas. Las leyes y costumbres judías, incluyendo las relativas a las mujeres y el matrimonio, se vieron influenciadas en gran manera por las leyes y costumbres de los musulmanes.

Las jóvenes judías contraían a una edad muy temprana matrimonio, y por el mismo tenían poco tiempo para estudiar, aunque aprendían en su casa muchas prescripciones bíblicas y rabínicas que incluían un cierto nivel cultural. El rabino de Cremona, Jacob ben Moseh Molin (Maharil, m. 1427), afirmaba que era un error enseñar a las mujeres. I. Abrahams reconoce que en época medieval tardía las mujeres cristianas recibían mejor educación que las judías, pero no por eso se indica que la mujer judía fuese una ignorante. La educación a la que se hace referencia, estaba centrada en la enseñanza domestica transmitida por sus padres y hermanos. M. Kayserling (1879) y Nehida Remy (1896) hacen referencia a algunas mujeres de prestigio a las que se llamaba "señoras rabinas", aunque por regla general, la mujer no aprendía a escribir, aunque existieron extraordinarias pendolistas que ayudaban a sus maridos.

Entre estas mujeres excepcionales podríamos hacer referencia a la hija de Samuel ben Ali de Bagdad. Hypatia era experta en la Biblia y en el Talmud, según R. Petachia ben Jacob (s. XII), aunque no hay certeza de este dato. Otra maestra, según M. Kayserling, habría dirigido un colegio, aunque en la instrucción pública apenas apareciese la mujer. Así pues, y en virtud del carácter patriarcal de la vida familiar, el varón ejercía la autoridad suprema de la familia judía, quedando el papel de la mujer prácticamente limitado al cumplimiento de las obligaciones derivadas de su condición como esposa y madre.

En el ámbito legal, quedaba la mujer sometida a la autoridad del padre o tutor en ausencia de este mismo. En el caso de contraer matrimonio, quedaba bajo la autoridad del marido. Del mismo modo, las mujeres casadas no tenían capacidad para realizar donaciones de bienes sin la autorización de su marido. Estas leyes de carácter obsoleto quedaban aun recogidas en la doctrina jurídica española hasta el siglo XX, calificándose esta acción como "alieni iuris". No obstante, a través de las relaciones familiares es fácil apreciar algunos rasgos de la manifiesta inferioridad jurídica de la mujer en el seno de la sociedad judía medieval.

La religión judía contemplaba el matrimonio como el estado social óptimo, pues así, la mujer judía al igual que la mujer cristiana era educada principalmente para el matrimonio y para la maternidad, teniendo en cuenta que en el mundo medieval era esencial la perpetuación del linaje. La esterilidad de una esposa dentro del matrimonio era causa de deshonra para la mujer, pudiendo ser motivo de la disolución del vínculo matrimonial contraído con anterioridad. El matrimonio se apoyaba en la "ketubah" o contrato nupcial otorgado por el futuro marido a la novia, en la que se regulaban todas las condiciones del matrimonio, con el fin de proteger a la contrayente.

La mujer sefardí se ve inmersa en una cultura e ideología, que determinara un papel determinado en la sociedad Medieval. Comprender los conceptos hasta ahora planteados implicaría un análisis de la vida cotidiana, costumbres y tradiciones que se plasman en instituciones y que van dando carácter, personalidad e identidad a la mujer. Con el cumplimiento de las labores del hogar, la mujer cumple la misión de ser el eslabón entre la religión y la costumbre. Ella será la responsable de seguir las tradiciones alimenticias (Kosher) según marca la Ley, efectuará el encendido de las velas del Viernes , cuidara y orientara la educación de los hijos dentro de los parámetros judíos.

Volviendo a la relación de la mujer judía casada con la ley, esta no era propietaria de ningún tipo de bienes, ya que todos pertenecían al marido. Sin embargo, las leyes judías castellanas eran en este aspecto bastante más benévolas para la mujer que la legislación hebrea en general. Así, en la legislación judía castellana sobre el régimen de sucesión de bienes hallamos ciertas disposiciones visiblemente favorables para la mujer que se podrían resumir así:
"Alcanzada la pubertad, a los doce años y medio, la mujer tenía pleno derecho a recibir en propiedad lo que le correspondiera por herencia o por otro título legal.
Si un judío fallecia dejando un hijo varón y una o varias hijas sin casar, tendrían derecho a la herencia por partes iguales, y sólo si el varón era el primogénito tendría derecho a una porción doble en virtud del precepto bíblico que favorece la primogenitura. No obstante, a la muerte de la madre las hijas no tendrían ya ningún derecho a la herencia. Por el contrario, si falleciera antes la madre, las hijas tendrían los mismos derechos a la sucesión que los hijos, recibiendo también a la muerte del padre su parte correspondiente.
Si un judío fallecía dejando sólo hijas, éstas tendrían todas los mismos derechos a la sucesión, sin distinción alguna entre casadas y solteras".

Desde el punto de vista del derecho penal, los pleitos y causas se resolvían siempre según riguroso orden de presentación, existiendo una cierta prelación, de forma, ya que el pleito presentado por el menor de edad debía ser visto antes que el de la viuda; el de la viuda antes que el del sabio; el del sabio antes que el del ignorante; y el de la mujer antes que el del hombre. Eran penados severamente los delitos sexuales, tales como el adulterio o violación. El adulterio se castigaba con la pena de azotes si la mujer era judía y soltera; si, por el contrario, era casada o pagana el hombre era castigado con la pena de muerte. Los delitos de violación, por su parte, eran castigados con la pena de azotes.

En lo referente a la vida religiosa, la mujer sefardí estaba obligada a cumplir la ley ritual desde los doce años, quedando exenta de realizar determinadas oraciones, participar en las oraciones comunitarias o cumplir con las ceremonias de las diversas festividades judías. En este sentido, en una relación de los trascendentales ritos y prácticas religiosas judías, desarrollada para uso de inquisidores, se dice textualmente:

"Las mugeres no heran obligadas a cosa alguna de rrezar, ni por ninguna manera se juntaban con los onbres, ni gient mugeres balían para cumplir el número tanto como un niño de teta, e las que heran devotas bellas se tenían su cámara junta a la sinoga para que estublesen e un rrabi que les rreszase en rromanze todo lo que en la sinoga se rregava en hebrayco; entre ellas no avía obligagión de número".

En la Biblia no existe referencia alguna donde se ordene instruir a las mujeres en la Ley religiosa. Por su parte, el Talmud se muestra absolutamente contrario a la erudición religiosa femenina, manteniéndose esta opinión a lo largo de toda la Edad Media. La exención de la mujer judía para el acatamiento de los mandatos religiosos, no obedece en modo alguno a razones de índole antifeminista, sino al principio talmúdico de que quien está implicado en un acto religioso está eximido de otro simultáneo, siendo considerados los quehaceres y labores domésticas un acto propiamente religioso.

En la vida publica fuera de las aljamas, sufría la mujer las mismas inclemencias que los hombres, en particular a las referentes a la indumentaria, para facilitar su condición de judíos y evitar los contactos con los cristianos, quedando penado con la pena de muerte los contactos sexuales entre cristianos y judíos. A lo largo de toda la Edad Media, múltiples constituciones eclesiásticas lucharon por imposibilitar que los cristianos tomaran como barraganas a mujeres judías o mudéjares, lanzando la pena de excomunión contra los infractores.

Las disposiciones de Cortes eran algo más condescendientes con la indumentaria de la mujer sefardí, permitiéndole la utilización de paños tintos y pieles blancas, aun cuando le prohibían también tajantemente el uso de pieles de calidad, de adornos de oro y de zapatos dorados.

En el ámbito de las actividades socio - profesionales, tenía la mujer una participación muy similar a la de la mujer cristiana, aunque existían algunas diferencias. No era inusual encontrarse con mujeres judías que gestionaban bienes económicos, bien ellas solas o en compañía de su marido. Los trabajos en el servicio domestico o como nodriza eran realizados en casas judías o de judeoconversos. Las labores de carácter artesanal se realizaban en el sector textil, aunque ejercían igualmente labores de carácter mercantil, médicas o de prestamistas. Igualmente hay que citar en este abanico de profesiones las plañideras, prostitutas, barraganas, hechiceras y curanderas, terreno este en el que jugaron un importante papel, ya que continuaban conservando y transmitiendo costumbres y ritos judíos.

Hoy en día, la sociedad judía se manifiesta casi completamente modificada. Hace aparición el "hombre nuevo" y la mujer emancipada, estando la vida hogareña en un estatus igualitario, donde se comparten muchas tareas. Aun así, los aspectos rituales de la antigua división, junto con algunos rasgos sociales, han resultado ser notablemente resistentes al cambio. Continua siendo habitual, ver a la madre encender las luces del Shabbat y el padre decir los kiddush, mientras los niños desempeñan su papel en la comida ceremonial de Pascua y se espera de ellos, que estudien hebreo, aprendan historia y religión judía, bien sea en clases en la sinagoga o en la escuela judía.
 
 
por María José Arévalo Gutiérrez
 
 

Las beguinas.


Las beguinas fueron mujeres de la Baja Edad Media (siglos XII y XIII), tiempo de crisis y cambios, que vivieron solteras, casadas, viudas, ajenas a toda autoridad, libres, activas y solidarias. Reclamaron vivir por su cuenta, sin estar subordinadas al hombre, ni como esposo ni como guía espiritual. En una época de guerras y violencia, en la que se tachaba de prostitutas a las mujeres que vivían solas, era todo un atrevimiento prescindir de la protección masculina.
El nombre de beguina se deriva probablemente del hábito de color gris (beige) de lana burda, parecido al de los «humillados» de Italia. Pero no es excluye que, en labios de la parte «clerical » opuesta a este movimiento, esta palabra fuera un peyorativo en relación con los albigenses herejes de Francia, La vida de las beguinas era semi-religiosa. Vivían en el mundo como mujeres religiosas (mulieres religiosaeJ), sin votos y sin regla, pero obligándose a la castidad y a las buenas obras.
Su origen se remonta al siglo XII en la diócesis de Lieja, extendiéndose más tarde por distritos cercanos al norte de Francia, Flandes y sur de Alemania, llegando también a Italia, España, Polonia y Austria. Se establecían a veces junto a las leproserías y hospitales para servir a los enfermos.
Los beguinatos (lugar donde vivían las beguinas) más significativos se conservan en Brujas, Gante y Malinas. Por su exclusividad, historia y originalidad arquitectónica los beguinatos han sido declarados por la UNESCO patrimonio de la Humanidad. Estos son verdaderas ciudades religiosas, constituidas por una multitud de casas pequeñas (a veces hasta 100), cada una de las cuales está habitada por una o varias beguinas. Tienen calles y plazas, una enfermería, uno o varios conventos dedicados a las novicias y beguinas que deseaban una vida más comunitaria y una iglesia particular. Estos espacios daban respuesta a las inquietudes intelectuales de algunas mujeres, que de otra forma no podían acceder al conocimiento. Empezaron a leer la Biblia y los Evangelios por su cuenta, lo que provocó el rechazo de la Iglesia. Las beguinas escapaban de su control.
Partidarias de la reforma eclesiástica, dedicaron su vida a la defensa de los desamparados, al trabajo manual y a una brillante labor intelectual que ahora empieza a ser conocida, aunque ya en su tiempo mereciera la atención del Papa Clemente V, que dijo su modo de vida debe ser prohibido definitivamente y excluido de la Iglesia de Dios. Su erudición despierta los recelos de la Iglesia, que pretendía el monopolio de lo divino y lo humano. La literatura mística de las beguinas comenzó a desarrollarse a mediados del siglo XIII, sobre todo gracias a la rica producción literaria de Hadewichj de Amberes, autora de varias obras en poesía y prosa, entre ellas varias cartas dirigidas a amigas de toda Europa.
En la actualidad los beguinatos belgas están ocupados por organizaciones humanitarias, artistas y familias jóvenes que buscan tranquilidad y se comprometen a mantener las casas como fueron. El beguinato de Brujas, uno de los más bellos, está al cuidado de monjas benedictinas.
La vida de estas asociaciones estaba ligada desde la perspectiva religiosa a las abadías benedictinas y cistercienses, pero igualmente prestaban servicio en hospitales y leproserías donde rezaban y cumplían tareas manuales. Los enfermos y moribundos contaban con su compañía, eran mujeres piadosas pero con un criterio de religiosidad más amplio que el de los conventos de aquel entonces.
Una de las causas de su enorme expansión, además de la gran corriente mística medieval, fueron las condiciones económicas y sociales así como el excedente de sexo femenino en la nobleza y alta burguesía.
Entre las beguinas destacan los nombres de Beatriz de Nazaret, Matilde de Magdeburgo, Margarita Porete o Hadewichj de Amberes, aunque muchos más nombres son mencionados en las diferentes referencias consultadas.
Margarita Porete, autora de El espejo de las almas simples, fue quemada viva en la hoguera en París en 1310, acusada de beguina por 21 teólogos que juzgaron sus versos como subversivos. Este suceso da cuenta de cómo la Iglesia persiguió a este colectivo de mujeres. En 1312 el Consejo de Viena con el apoyo de la Inquisición, condenó sus actividades y la mayoría acabó por integrarse en órdenes convencionales. Sólo los Países Bajos se acogieron a la excepción permitida para mujeres pías, protegiendo así a las beguinas.
Causarán admiración y asombro entre sus contemporáneos, pero se les reprochará vivir fuera de la Iglesia, vivir juntas, sus ropas, sus oficios… todo servía para acusarlas y condenarlas. La abolición de la creatividad e iniciativa marca el fin de la rica cultura medieval, tres siglos más tarde la visión de la mujer austera sometida al marido, modelo de orden, sumisión y trabajo, estará completamente asentada. Cualquier otra opción de vida calificará a la mujer como bruja y la convertirá en alguien peligroso.
Han pesado siete siglos de silencio sobre estas mujeres, pero quizá el símbolo que tanto utilizaron, el Ave Fénix, logre hacerlas resurgir convirtiendo su vida en algo conocido por todos.

http://www.mujeryciencia.es/2008/10/27/las-beguinas/

http://www.mercaba.org/VocTEO/B/beguinas.htm