2 de abril de 2014

Minar ideas misóginas para romper el techo de cristal.


El “techo de cristal” hace referencia a una superficie invisible pero implícita –basada en prejuicios, ideas o normas morales– en la carrera laboral de las mujeres, que es difícil de traspasar y que impide su avance en la política, la educación, la ciencia o la academia.

Aunque es persistente, hay mujeres que históricamente se han esforzado por romper esta barrera; pese a las críticas, obstáculos o limitaciones que han enfrentado algunas de ellas lograron traspasarla y al mismo tiempo dejar huella para que mujeres de otras generaciones no cedan en el intento.

Patricia Galeana, doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM y directora del Museo de la Mujer, recopila estas luchas, propuestas y avances de las mujeres al traspasar estas barreras en el libro “Rompiendo el techo de cristal. Las mujeres en la ciencia, en la educación y en la independencia financiera”.  

Galeana también hace uso de cifras, estadísticas y comparativos nacionales sobre la desigualdad en el acceso al ámbito educativo, así como a los puestos de representación y toma de decisiones para exponer la realidad, que pese a los avances, las mexicanas continúan padeciendo.

La publicación está compuesta por 16 textos de académicas o investigadoras destacadas, entre las que se encuentran Esther Orozco, ex rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; las investigadoras en Economía Alicia Girón y Eugenia Correa; la física y especialista en mecánica cuántica Ana María Cetto, o la doctora y fundadora del grupo Mujer y Ciencia, Elia Martha Pérez Armendáriz.

Divididos en tres capítulos, los textos hacen un recorrido por las conceptualizaciones históricas del papel de las mujeres en la sociedad o la educación; las historias de éxito de investigadoras y de políticas que quedaron invisibles ante la historia oficial, y las propuestas para romper los prejuicios que fortalecen el techo de cristal.

Resultado de la serie de coloquios que la Federación Internacional de Mujeres Universitarias (IFUW, por sus siglas en inglés) organizó a través de sus federaciones y asociaciones nacionales, para analizar las causas del techo de cristal en los respectivos países y buscar soluciones, el libro busca romper con ideas discriminatorias o misóginas como que las mujeres no logran avanzar en su carrera universitaria por una supuesta autoimposición, o porque “optan por trabajar menos horas que los hombres para poder pasar más tiempo con su familia”.

En la primera parte “Educación para el empoderamiento de las mujeres” se encuentran textos como el de María Elena Tovar González, ex rectora de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, que hace un repaso histórico por el ingreso de las mujeres en la educación, y plantea que invertir en la materia es una forma de acabar con la pobreza en México.

En ese apartado, Candita Victoria Gil Jiménez, ex rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, sostiene que al hablar del techo de cristal también “hablamos de siglos de esfuerzo para tener derecho a aprender y a enseñar, para ser licenciadas, maestras, doctoras, especialistas, funcionarias y rectoras, para ser reconocidas social y profesionalmente por nuestro esfuerzo, saberes y desempeño”.

En la segunda parte (“Las mujeres en la ciencia”) está la voz de Luz Fernanda Azuela, doctora en Geografía y docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien destaca que siempre ha existido una presencia constante de las mujeres en actividades científicas “como sanadoras, enfermeras, curanderas y parteras, pero los hombres se apropiaron del quehacer femenino ancestral” y menospreciaron estos esfuerzos.

También está la voz de Elina Elfi Coral Castilla, rectora de la Universidad de Quintana Roo, que recuerda que la educación es un derecho humano elemental y “el mejor instrumento para la equidad, no sólo de género, sino también socioeconómica”, y no obstante en las esferas técnicas y profesionales persisten estereotipos de género.

Finalmente, en la tercera parte “Autofinanciamiento para la independencia económica de las mujeres” se exponen temas como el feminismo, la crisis económica y su impacto en las mujeres, las pensiones de viudez en la nueva Ley del ISSSTE,  así como las satisfacciones laborales de las empresarias tamaulipecas en el sector rural.

Por ejemplo, en su trabajo la investigadora Eugenia Correa expone que la fuerza más importante que sostiene el techo de cristal es la condición de marginación y pobreza tan generalizada que impide que un buen número de mujeres “obtengan condiciones para desarrollar todas sus capacidades” y avancen hacia una vida plena y libre”.

Por: Anaiz Zamora Márquez
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/66057