11 de agosto de 2015

Las migrantes dedicadas al trabajo en el hogar explotadas.



Más de 100 trabajadoras del hogar participaron en esta ciudad en el Encuentro Latinoamericano y del Caribe sobre Migración Laboral de Mujeres Trabajadoras del Hogar, en el contexto de la ratificación e implementación del Convenio 189 y la Recomendación 201 de la Organización Internacional del trabajo (OIT), que establecen beneficios para este personal.
  Aunque hay avances en el reconocimiento de los derechos de estas trabajadoras, todavía existen obstáculos por parte de los Estados y las cámaras empresariales que impiden a las empleadas del hogar gozar de los beneficios de la seguridad social, denunció Amanda Villatoro, de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas.
  “Hay una gran resistencia y las amenazan que si se les paga la seguridad social el trabajo se va escasear, lo cual es falso porque históricamente las mujeres pobres son las que han subsidiado de alguna manera a los demás trabajadores, pero si hay personas que tienen salarios dignos pues también tendrán la capacidad de pagar salarios dignos a las trabajadoras del hogar”, defendió Villatoro.
  No es posible que las trabajadoras del hogar, quienes cuidan a los seres más preciados de la familia (niñas, niños y adultos mayores), reciban los más bajos salarios y además sin derecho a la seguridad social, por lo que es necesario reconocer el trabajo del hogar dignamente y con todos los beneficios laborales, insistió.
  “Trabajo como ningún otro, derecho como cualquier otro”, es el lema de la campaña que desarrolla desde 2014 esta confederación sindical, para lograr que los empleadores reconozcan los derechos de las trabajadoras del hogar.
  En el encuentro latinoamericano se hizo el reclamo al derecho de las mujeres a contar con un trabajo decente y a estar organizadas en un sindicato, remarcó Villatoro.
  En el caso de Nicaragua, las sindicalistas propusieron una ley que permita a las trabajadoras del hogar migrantes gozar de todos los derechos, detalló Andrea Morales, de la Federación de Mujeres Trabajadoras Domésticas y Oficios Varios de Managua.
  La situación más preocupante es el caso de las migrantes trabajadoras del hogar, la mayoría en condición irregular, lo cual les dificulta acceder a todos los derechos laborales, especialmente a  la seguridad social, dijo Morales.
  Las migrantes se exponen a la explotación laboral, a los accidentes y a la discriminación, y es por eso la necesidad de establecer alianzas y esfuerzos regionales que permitan a estas mujeres contar con todos sus derechos.
  Es necesario que los Estados aprueben leyes a favor de las mujeres, como el salario mínimo. En el caso de Nicaragua el salario mínimo para las trabajadoras del hogar es de 4 mil 315 córdobas al mes (157 dólares/3mil 532 pesos mexicanos). También Costa Rica (CR) tiene una ley del salario mínimo para estas empleadas, pero no así en otros países de la región, abundó Andrea Morales.
  Ileana Morales, de la Asociación de Trabajadoras Domésticas de Nicaragua (Astradome), que actualmente agrupa a unas dos mil trabajadoras del hogar migrantes en CR, estimó que en el país vecino hay unas 80 mil mujeres nicaragüenses en el trabajo del hogar.

Por: Nelson Rodríguez
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/70382