9 de mayo de 2017

La militarización de las fronteras y la esclavitud son un negocio para corporaciones europeas .


El informe da voz y valor a las personas migrantes que intentan acceder a Europa a través de la frontera sur Española o se acaban estrellando contra ella.
“Tras la Frontera” es un informe que pretende atravesar el mar, los muros y las vallas para tratar de acercarse a la realidad de la ciudadanía migrante y su imperante necesidad de reparación y justicia. Aquella ciudadanía que sufre y cuestiona lo más profundo de nuestro sistema. Así se anuncia este trabajo presentado hoy en Madrid por el colectivo Caminando fronteras, que lleva más de 15 años trabajando con comunidades migrantes en la frontera sur, recogiendo sus testimonios, denunciando y visibilizando.
La creciente militarización de las fronteras españolas toma nombres y cuerpos en este informe “Tras la Frontera” cuyo gran valor es que está realizado desde el testimonio directo de las víctimas de esta contienda. De hecho, la presentación ha contado con el aporte de la senegalesa Sylvie, quien llegó a nuestro país en patera después de haber visto cómo 8 compañeros morían durante el viaje. Le ha acompañado la activista de Caminando Fronteras, Helena Maleno.
Frente a la narrativa habitual de las migraciones, que reduce al o a la migrante a tópicos de “victimización y cosificación” cuando no a la clara criminalización, este trabajo apuesta por dar voz a aquellas personas que “intentan acceder a Europa a través de la frontera sur Española o desgraciadamente se acaban estrellando contra ella”. Con datos desde septiembre de 2015 a diciembre de 2016 y el testimonio de migrantes procedentes de 15 países africanos que han contado sus historias en la docena de lugares marcados a fuego por tantos días, cuando no años, de espera y sufrimiento; los bosques de Nador, Bel Younech , Castillejo, Boukhalef, Mesnana.

“El informe denuncia, pero también plantea soluciones que pueden ser llevadas a cabo desde mañana”, reta Helena Maleno, a pesar de saber que nos enfrentamos a un gran negocio: "la militarización de las fronteras y la esclavitud son un negocio para corporaciones europeas", ha dicho durante la presentación. Las mismas empresas europeas que venden armas a los países del norte de África –y por tanto, contribuyen a generar y acrecentar conflictos en esos países- son las responsables de la militarización de nuestras fronteras para impedir la entrada de esas personas huyendo de esos conflictos. Hablamos de empresas como Indra, recientemente relacionada con el PP. Otro negocio vinculado a la migración es la esclavitud.

Realidad invisible: la feminización de las migraciones y el reclamo de mujeres, niñas y niños

Las migraciones, al igual que la pobreza, tienen rostro femenino. La guerra de las fronteras no se muestra menos intensa ni siquiera con la infancia migrante. Mujeres y niños sufren agresiones y violaciones. Y si consiguen llegar a España, siguen recibiendo maltrato, son “criminalizadas” y no se les presta ayuda psicológica y afectiva a pesar de haber sufrido situaciones traumáticas. Frente a esto, Caminando Fronteras reclama al Gobierno la aplicación del protocolo de atención a víctimas de tragedias utilizado en accidentes de tráfico o de avión pero nunca en el caso de los supervivientes de tragedias migratorias. Estas son trasladadas a comisaría en el marco de la Ley de Extranjería y, generalmente, pasan a un Centro de Internamiento para Extranjeros.
Sylvie Agnes Sambou fue testiga de la muere de 8 de los compañeros con los que viajaba en patera hacia las islas Canarias. A su llegada, asegura, no fue tratada como una persona. "La primera noche, después de desembarcar, la pasé en comisaría. Nos interrogaban, nos preguntaban que quién era el capitán", ha explicado hoy.

"Después de pasar 11 días en la patera, sin comer y solo bebiendo agua de mar, el trato de la policía fue muy malo. Solo querían que denunciáramos al capitán y decía que a cambio nos daría papeles", ha asegurado Agnes Sambou, quien se negó y finalmente decidió declarar en favor de un compañero que, asegura, fue acusado falsamente de ser quien manejaba la embarcación (normalmente los tratantes no viajan en la patera y las autoridades lo saben)
Entre septiembre de 2015 y diciembre de 2016, 388 personas han muerto en su intento de llegar a España en patera, un 31,4% son menores y un 7,9% son mujeres, según el informe de la ONG Caminando Fronteras. La organización documenta que detrás de estas muertes, más allá del riesgo implícito del cruce migratorio, están las deficiencias detectadas durante las labores de rescate en la frontera sur que "priman el control migratorio sobre la salvaguarda de la vida.
A lo largo de sus páginas, el informe de Caminado Fronteras denuncia la descoordinación entre Marruecos y España, el bloqueo de embarcaciones en alta mar por parte de la Guardia Civil para evitar su llegada nuestras costas, la suspensión de las operaciones de Salvamento Marítimo durante la noche en la zona del Estrecho o el tiempo tomado en reaccionar para iniciar las acciones de rescate. Estas, describen, "han sido las causas evitables que provocaron pérdidas de vidas humanas en todas las zonas de acceso por vía marítima.

http://amecopress.net/spip.php?article15821