"las acciones son mucho mas sinceras que las palabras"..... ( Scuderi)
31 de enero de 2020
LA CENTINELA SILENCIOSA, ALICE PAUL
En 1916, un grupo de mujeres se atrincheró a las puertas de la Casa Blanca dispuestas a no abandonar aquel sitio hasta que el presidente de los Estados Unidos aceptara sus reivindicaciones. Dirigidas por Alice Paul, y conocidas como las "centinelas silenciosas" alcanzaron su objetivo: que las mujeres estadounidenses pudieran votar. Un logro que no fue rápido ni fácil de conseguir. En el camino quedaron años de lucha, violencia y mucho esfuerzo para que la Decimonovena Enmienda fuera ratificada y el sufragio femenino fuera finalmente legal en el país de las libertades.
Alice Stokes Paul nació el 11 de enero de 1885 en Mount Laurel, Estados Unidos. Alice era la mayor de los cuatro hijos de Tacie Parry y William Paul. William era banquero. Tacie, por su parte, había participado activamente en el movimiento sufragista norteamericano como miembro de la National American Woman Suffrage Association (NAWSA). Siendo jovencita, Alice acompañó en alguna ocasión a Tacie a las reuniones y actividades de la asociación.
Alice Paul creció en una comunidad cuáquera, una sociedad que creía en la igualdad de hombres y mujeres, al menos a los ojos de Dios. Una idea que a Alice no se le olvidaría nunca. Después de pasar su infancia en la granja familiar de Paulsdale, inició sus estudios en la Moorestown Friends School, demostrando ser una alumna aventajada. Tras graduarse con la mejor nota de su promoción, se graduó en biología en el Swarthmore College en 1905. Al año siguiente estuvo viviendo en el Lower East Side participando en una beca como trabajadora social del College Settlement House en la que se sumergió en las injusticias sociales en las que vivían los más desfavorecidos. En 1907 obtuvo el título de sociología por la Universidad de Pensilvania y se marchó a Inglaterra para continuar con sus estudios.
Alice se instaló en Birmingham y se matriculó en el Woodbroke Quaker Study Centre mientras se ganaba la vida como trabajadora social. Un día, Alice asistió a un discurso de la sufragista Christabel Pankhurst en la Universidad de Birmingham. Convencida entonces de la importante labor que realizaban las sufragistas inglesas, se unió a la Women Social and Political Union (WSPU), organizada por Emmeline Pankhurst, madre de Christabel. Alice se implicó activamente en las actividades de la Unión y fue incluso detenida en varias ocasiones y se sometió como queja a huelgas de hambre. Alice aplaudía los métodos violentos que habían adoptado las mujeres que defendían el derecho al voto. En una ocasión, fue detenida por lanzar un zapato contra la ventana de una sala en la que se celebraba un banquete al que asistía el primer ministro británico.
De vuelta a los Estados Unidos en 1910, Alice Paul, entusiasmada con el movimiento sufragista dirigido por las Pankhurst, decidió continuar con su labor. Ayudada por Lucy Burns, a quien había conocido en uno de sus encarcelamientos en Inglaterra, y precedida por su fama, pues los ecos de los altercados en los que había participado habían traspasado el océano, inició su defensa por el voto femenino en Estados Unidos. Alice y Lucy se centraron en esta demanda, que terminaría materializándose en la defensa de la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que estipulaba el derecho al voto de todos los ciudadanos, fueran del sexo que fuera. Otras demandas feministas las dejaron de lado, pensando que lo más indispensable era conseguir el sufragio para alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres.
Alice se adhirió a la NAWSA y se volcó en organizar actos reivindicativos para alcanzar su objetivo. El 3 de marzo de 1913 consiguió congregar a unas ocho mil mujeres que marcharon por la Avenida Pensilvania de Washington ante la mirada de medio millón de personas. El evento tuvo lugar un día antes de la primera investidura del presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson quien, a pesar de mostrar buena voluntad en recibir a las sufragistas, no les dio nunca un apoyo real.
Alice Paul defendía que el sufragio femenino fuera aprobado directamente en el Congreso Nacional mientras que Wilson y muchas mujeres miembros de la NAWSA estaban a favor de organizar referendums en los distintos estados. La tensión entre ambas posturas terminó con la marcha de Alice de la NAWSA y la fundación de su propia organización sufragista, Congressional Union que derivó en la creación del National Woman's Party (NWP) en 1916.
Las herramientas que utilizó Alice y sus seguidoras en la nueva etapa de su lucha se centraron en la publicación The Suffragist y en aplicar métodos muy similares a los que había visto en las sufragistas británicas en el tiempo en el que formó parte de la WSPU. En 1916 Woodrow Wilson era reelegido presidente de los Estados Unidos. LA NWP había hecho campaña en contra de Wilson y no se resignaron a volver a verlo en la presidencia. Alice y otras activistas de su partido organizaron un piquete delante de la Casa Blanca que permanecería allí hasta que el Congreso sancionase la enmienda que permitiera a las mujeres votar. Conocidas como las "centinelas silenciosas", provocaron opiniones encontradas.
De la aceptación inicial, se pasó a su rechazo cuando, tras la entrada de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, continuaron reivindicando el sufragio femenino. Sus detractores consideraron que en tiempo de guerra había de apoyar a la nación y dejar de lado reivindicaciones particulares por lo que fueron agredidas y tachadas de traidoras. La tensión entre las sufragistas y los ciudadanos terminó con la detención de algunas de ellas, incluida la propia Alice Paul. Como ya hiciera en Inglaterra, Alice inició en prisión una huelga de hambre junto con otras activistas. Incapaces de controlar la situación, los guardias de la prisión ejercieron una dura violencia contra las reclusas que culminó en la "Noche del Terror", el 14 de noviembre de 1917. Las brutales agresiones salieron a la luz y la opinión pública presionó para que fueran liberadas, lo que sucedió antes de que terminara ese mes de noviembre.
La tensa situación que habían provocado las sufragistas provocó que, finalmente, alcanzaran su objetivo. El presidente Wilson decidió en enero de 1918 impulsar la Decimonovena Enmienda, que fue aprobada definitivamente en agosto de 1920.
Alice Paul había conseguido su cometido. A partir de entonces, continuó trabajando en favor de los derechos de las mujeres, en los Estados Unidos, en la Liga de las Naciones y en las Naciones Unidas. Toda una vida dedicada a la lucha por la igualdad de derechos de hombres y mujeres que terminó en 1977. Tres años antes, Alice Paul había sufrido un infarto cerebral que la obligó a dejar definitivamente la vida pública. El 9 de julio de 1977 fallecía en su casa de Moorestown, a los noventa y dos años de edad.
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